El miércoles 2 de diciembre, El Mundo publicaba un artículo, probablemente el mejor de todos sobre el caso Neurona, pues resume la situación con todo rigor, firmado por Esteban Urreiztieta, uno de los periodistas más insultados por los líderes de Unidas-Podemos/unidos-podemas.
Iglesias, en su línea habitual, intenta amedrentar a los jueces, en algunos casos sin mucho éxito. Porque a través de Neurona se persigue algo mucho más grave que un pago en ‘B’: lo que aflora es la -presunta, muy presunta- financiación ilegal y foránea de Podemos, así como la utilización de un partido político de éxito como una maquinaria de usurpación del poder y de egolatría por parte del segundo mayor ególatra de España: Pablo Iglesias Turrión. El primero prefiero que lo adivinen ustedes.
Podemos intenta amedrentar al juez… sin conseguirlo: a través de Neurona se persigue algo mucho más grave que un pago en ‘B’: la financiación extranjera de Podemos
Recuerden que quien a hierro mata a hierro muere. Los podemitas medraron con un sólo argumento: la caja B del Partido Popular. Recuerden, “el partido más corrupto de Europa”.
Pues ahora está en juego toda su financiación, en las cinco campañas electorales celebradas en 2019 y aún antes, en la creación de un partido político desde las tiendas de la Puerta del Sol, un enclave que, desde entonces, nunca ha vuelto a oler igual.
No nos engañemos: lo más probable es que no ocurra nada en los tribunales. En materia de tribunales, y en buena parte de los medios de comunicación, la izquierda española, ya lo hemos dicho, es inmune e impune, dentro de los dogmas progresistas de que verdad es aquello que más coincide con mis intereses y, en palabras más llanas… que todo vale menos la derrota.
Además, como ocurre en casi todos los casos de corrupción -también los más famosos, como Gürtel o Púnica-, o el mayor de todos, la trama socialista de los ERE, lo que se descubre finalmente, tras larguísimas indagaciones judiciales es una gota en un océano. Aunque recuerden también que el PP fue condenado por una gota de la trama Gürtel.
¿Pasar algo? No creo: el comunismo es hoy lo políticamente correcto en España y los jueces españoles siempre resultan devorados por lo políticamente correcto.
La ideología de Sánchez e Iglesias se resume así: todo vale menos la derrota
Podemos intenta amedrentar al juez titular del juzgado número 42 de Madrid (sigamos el tonto hábito de proteger el anonimato de los jueces) e insisto en que no espero mucho.
No, hablamos de algo mucho más importante, que no es otra cosa que el triunfo siempre pasajero de quien no admite otra regla que la de aplastar al prójimo, de quien no posee más que una neurona y una regla moral: ganar a cualquier precio. Es la neurona de Pablo Iglesias; definida por la frase evangélica: quien a hierro mata, a hierro muere. Antes que después, porque el mal siempre termina por destruirse a sí mismo. Sólo hay que tener un poco de paciencia.