- Los críticos al Gobierno de Ortega sostienen que desde 2008 el Consejo Supremo Electoral (CSE) beneficia al oficialismo cada vez que se llama a votar.
- En los comicios generales del 6 de noviembre, el actual presidente, Daniel Ortega, aspira a su cuarto mandato, el tercero en forma consecutiva.
- Vamos, a perpetuarse en el poder y encima de forma dinástica, pues su mujer opta a la vicepresidencia.
El
Gobierno de Nicaragua y la Organización de Estados Americanos (OEA) acordaron analizar conjuntamente el proceso electoral en marcha en ese país, descrito como una "farsa" por quienes acusan al Ejecutivo de cooptar al CSE, la máxima autoridad electoral, recogen
agencias.
El Gobierno de Nicaragua y la OEA acordaban instalar una "mesa de conversación e intercambio constructivo" para analizar conjuntamente el
proceso electoral en marcha en el país centroamericano.
Este domingo, cientos de personas marcharon en Nicaragua para manifestar su descontento con lo que describen como un "circo electoral", haciendo referencia a los comicios generales del 6 de noviembre, en los que el
presidente, Daniel Ortega, aspira a su cuarto mandato, el tercero en forma consecutiva. En esta oportunidad, su esposa, Rosario Murillo, aspira a la vicepresidencia.
Los críticos del Gobierno sostienen que desde 2008 el Consejo Supremo Electoral (CSE) beneficia al oficialismo cada vez que se llama a votar.
Esa acusación se hizo más vehemente después de que se suprimieron las misiones de observación de los comicios y se neutralizó legalmente al principal grupo opositor, que reclamaba "elecciones libres y transparentes". En julio de 2016, el secretario general de la
Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, recibió a dirigentes opositores nicaragüenses excluidos de participar en los comicios electorales por maniobras judiciales promovidas por grupos afines al Gobierno de Ortega.
Almagro envió un informe al Gobierno de Nicaragua "ponderando los hechos" sobre el actual proceso electoral. Tras recibir el informe,
el Gobierno nicaragüense mostró "disposición" a colaborar con la Secretaría General de la OEA para estudiar juntos los temas relacionados.
Pero no todos han recibido esa noticia con optimismo: la oposición venezolana, por ejemplo, lleva años protestando por la falta de independencia de los poderes públicos –incluida la máxima autoridad electoral, dominada por fichas del oficialismo– sin que ni la OEA ni ninguna otra instancia internacional
haya podido influir para que se corrija esa violación del Estado de derecho.
Los diferentes grupos opositores de Nicaragua convocaron a una "abstención activa", que consiste en que la población
no solamente se abstenga de participar en las elecciones, sino también exprese por qué lo hace.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com