En Nicaragua, continúa la persecución a los católicos por parte de la dictadura de Daniel Ortega.
El último episodio ha sido la detención y luego puesta en libertad del sacerdote nicaragüense Alcides Peña. La Policía nacional le acusó de alterar el orden público nada menos que 31 veces.
Según declaró el secretario de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, Juan Abelardo Mata, “en estos hechos se han violentado, una vez más, los derechos humanos elementales y el debido proceso”, alertó el religioso, quien pidió a la Policía Nacional “responsabilizarse por estos abusos de autoridad”.
“Es inaceptable cualquier acto de hostigamiento y persecución en contra de quien ha consagrado su vida al servicio de Jesucristo, razón por la cual no se pueden silenciar los abusos y violaciones a los derechos fundamentales de nuestro pueblo, en este caso a la libertad religiosa”, prosiguió.
“No se dejen manipular por quienes no desean su bien, sino que solo los emplean como títeres para perpetuarse en el poder. No renuncien a su fe. Caminen siempre de la mano del Señor para buscar su salvación”, abogó.