Las protestas contra el Gobierno de Daniel Ortega se mantuvieron durante la tarde y noche del miércoles en Nicaragua, a pesar del inicio del diálogo mediado por la Iglesia Católica. Las protestas crecieron a medida que las personas salían de sus trabajos y se sumaban tocando las bocinas de sus vehículos, informa Reuters.
Ante las recriminaciones, Ortega se vio obligado a detener su discurso para afirmar que "no debe seguir corriendo la sangre de hermanos en Nicaragua" y que "la policía tiene órdenes de no disparar" a los manifestantes, añade Swissinfo. Alegó que "la justicia no es solo para uno; no es que solo de un lado vamos a ver los muertos. Los muertos están de todos lados" y la policía ha sido agredida por los manifestantes.
A mediados de abril, miles de personas se lanzaron a las calles de Managua y las principales ciudades del país centroamericano para protestar por una polémica reforma a la seguridad social que, días más tarde, el Gobierno dijo que revisaría.
Alrededor de 50 manifestantes han muerto en los enfrentamientos con las autoridades desde mediados de abril, según cifras de la ONU. Organizaciones de derechos humanos dicen que la cifra es mayor, pero Ortega sostuvo el miércoles que no hay presos ni desaparecidos.
"Claro que nos duelen las muertes, la muerte de un solo ciudadano nos duele", refirió Ortega, quien calificó la violencia como "diabólica" y exigió el cese de las manifestaciones, en las que afirmó que han muerto policías.
Ortega, quien ganó en 2016 las elecciones para un tercer mandato consecutivo hasta 2021, ha sido acusado por sus adversarios de querer instaurar una "dictadura familiar" junto a su esposa, amañar elecciones, controlar los medios y manipular la justicia.
Por su parte, el portavoz del Ejército de Nicaragua, el coronel Manuel Guevara, dijo a la agencia France Presse que los militares no reprimirán las protestas pacíficas, distanciándose de esta manera de la estrategia del Gobierno del presidente Ortega, que con sus huestes y la policía ha desatado una dura represión para sofocar las protestas. “No tenemos por qué reprimir”, dijo Guevara, quien aseguró que los militares se apegarán a la Constitución, que los mandaría a “proteger objetivos vitales para el funcionamiento del país”. El vocero militar aseguró que reconocen el diálogo nacional, del que la Iglesia es mediador, como “única solución” a la difícil crisis que atraviesa Nicaragua, recogió El País.