- El presidente venezolano dice que tomará medidas de carácter político, económico, social, popular, diplomático y mediático contra España.
- El presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello, acusa a Felipe González de haber dirigido 'grupos paramilitares para asesinar a los que políticamente le contrariaban'.
- Los Gobiernos de España y Venezuela convocaron ayer a sus respectivos embajadores después de que Maduro tachara de "racista" al presidente español, Mariano Rajoy.
- La oposición venezolana aplaudió la proposición no de ley aprobada por el Congreso español.
Lo que tienen las dictaduras es que necesitan enemigos exteriores como estrategia para aglutinar a los suyos y echarles la culpa de los males propios. Es de manual. Y es lo que está haciendo el chavista Nicolás Maduro. Después de que EEUU esté normalizando sus relaciones con Cuba, el principal enemigo para Venezuela ya no es EEUU sino que hay que buscar otro. Y lo ha encontrado: España, utilizando como excusa que el Congreso español aprobara una resolución para pedir la liberación de los presos políticos venezolanos. Los Gobiernos de España y Venezuela convocaron ayer miércoles a sus respectivos embajadores después de que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, tachara de "racista" al presidente español, Mariano Rajoy, y advirtiera de que tomará medidas para "responder y dar la batalla". Las palabras de Maduro habían sido: "Quiero tener buenas relaciones con toda España, con quienes gobiernan, quiero tener buenas relaciones con todos y con todas, pero ya basta, hasta cuándo vamos a aguantar abusos, desprecios, racismo". Y acusó a su homólogo español, Mariano Rajoy, de "racismo histórico, racismo social". El embajador venezolano en España, Mario Isea, fue recibido por el director general para Iberoamérica, Pablo Gómez de Olea, quien calificó de "intolerables" las palabras del presidente venezolano y advirtió de que "este tipo de declaraciones e insultos no contribuyen a un mínimo entendimiento entre dos gobiernos que representan a dos pueblos unidos históricamente por estrechos lazos". Asimismo, reiteró que las autoridades españolas "han sido y serán siempre respetuosas de la dignidad de las personas que ocupan cargos de gobierno en Venezuela", según una nota difundida por la Oficina de Información Diplomática. Posteriormente, el Ejecutivo venezolano convocó al embajador español, Antonio Pérez-Hernández y Torra, y le comunicó que hará una "revisión exhaustiva" de las relaciones bilaterales por lo que consideró declaraciones "injerencistas" de las autoridades españolas. La canciller venezolana, Delcy Rodríguez, presentó al embajador español un dossier con las declaraciones realizadas en los últimos meses por las autoridades españolas. "No podemos permitir que hasta ministros de asuntos sin importancia vengan a pronunciarse en contra de Venezuela", añadió. Por "exhaustiva" cabe entender lo ya anunciado por Maduro: es decir, un conjunto de "respuestas integrales" contra España. La canciller ha asegurado que "pronto hará saber cuáles son las medidas", que serían, según dijo, de carácter político, económico, social, popular, diplomático y mediático. "Ustedes lo buscaron -ha insistido el presidente venezolano- al presidente Rajoy y a todas las Cortes de España, por vía diplomática lo dije, con paciencia lo dije mil veces, no se metan con Venezuela". "Estoy preparado para dar la batalla contra Madrid", ha asegurado Maduro, quien ha lamentado que "todos los días" Venezuela recibe ataques desde España que sólo buscan "sembrar el miedo y el odio". En ese contexto cabe situar también las palabras del presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello -hombre fiel del régimen chavista-, quien cargó contra el expresidente del Gobierno español Felipe González tras pretender "erigirse en un monumento a la moral", con su anuncio de colaborar con las defensas de los opositores encarcelados Leopoldo Lopez y Antonio Ledezma. Cabello acusó a González de "haber dirigido grupos paramilitares para asesinar personas que políticamente lo contrariaban a él". La oposición venezolana aplaudió la proposición no de ley aprobada por el Congreso español. La Mesa de la Unidad Democrática de Venezuela destacó la "decencia" del Gobierno español al convocar al embajador venezolano. José Ángel Gutiérrez joseangel@hispanidad.com