- El presidente del Episcopado nigeriano, Ignacio Kaigama, pide que se movilicen recursos internacionales para detener el avance de los extremistas islámicos.
- Occidente olvida el problema en ese país, donde Boko Haram mató a 10.000 personas y en el último fin de semana a más de 2.000 (en París los terroristas mataron a doce).
- Los yihadistas han llegado a utilizar niñas de apenas 10 años con bombas adosadas para no levantar sospechas.
- Kaigama espera "que aquí también se realice una gran manifestación de unidad nacional que supere las divisiones políticas, étnicas y religiosas".
Informaciones recogidas por la ONG Amnistía Internacional apuntan que el ataque perpetrado el pasado fin de semana por la organización yihadista Boko Haram en la ciudad de Baga, al noreste del país, podría haber sido el más letal jamás perpetrado por el grupo al haber dejado, según cifras todavía no confirmadas, más de 2.000 muertos.
Recordemos -solo por comparar- que este fin de semana, en París, los terroristas yihadistas mataron a 12 personas.
«Si los informes que nos llegan son ciertos, la ciudad ha sido completamente arrasada y cientos de civiles -o incluso hasta 2.000- han muerto, se trataría de una sangrienta y perturbadora escalada de las masacres del grupo contra la población», ha hecho saber el investigador de la ONG Daniel Eyre.
De momento, fuentes oficiales han confirmado que el ataque en Baga ha dejado un centenar de muertos, según hizo saber el jueves el jefe político del distrito, Abba Hassan. Sin embargo, varios testigos han declarado que Boko Haram regresó a la ciudad poco después para proseguir el ataque.
Según estas fuentes, los terroristas dispararon indiscriminadamente contra la población y quemaron viviendas después de que los soldados desplegados en la zona huyesen el fin de semana. La violencia obra de Boko Haram, que lucha por establecer un Estado islámico en Nigeria, mató en 2014 a más de 10.000 personas, según un recuento realizado por el Council on Foreign Relations.
En su violencia demoniaca, Boko Haram ha llegado a utilizar niñas de diez años con bombas adosadas para no levantar sospechas y hacer el máximo daño posible.
Tales salvajadas que, insistimos, si ocurriesen en países occidentales tendrían otra repercusión, han llevado al presidente de la Conferencia Episcopal de Nigeria, Mons. Ignacio Ayau Kaigama, a proponer: "Pienso que la gran manifestación en París contra los asesinatos que tuvieron lugar en Francia. Espero que aquí también se realice una gran manifestación de unidad nacional que supere las divisiones políticas, étnicas y religiosas, para decir no a la violencia y encontrar una solución a los problemas que afectan a Nigeria", recoge Fides.
Y es que, añade el obispo, "la nueva estrategia de los terroristas de Boko Haram de utilizar niños inocentes como bombas humanas es aberrante e inimaginable". Según Mons. Kaigama es probable que hayan sido las mismas chicas las que han activado las bombas, y no, como algunos comentan, hayan sido detonadas a distancia con un tele-comando. "Estas chicas han sido adoctrinadas, les han lavado el cerebro para que crean que realizando estas acciones van al cielo. Además, tenemos en mente el triste fenómeno de los niños soldados en varias partes de África, que son adoctrinados con métodos horribles de lavado de cerebro para convertirse en máquinas de matar".
En este sentido, Mons. Kaigama considera a Boko Haram como un movimiento sectario que no es un verdadero movimiento con trasfondo religioso: "Sí, es un movimiento de tipo sectario, independiente de la gran mayoría de los musulmanes nigerianos, que son buena gente. Estoy muy contento con el hecho de que algunos líderes religiosos prominentes de la comunidad musulmana se están distanciando de Boko Haram y han condenado sus acciones terribles, diciendo que son contrarias a las enseñanzas islámicas".
El avance en varias zonas del norte de Nigeria de Boko Haram ha provocado la huida de miles de civiles. "Los desplazados se alojan en diferentes partes de Nigeria, también aquí en Jos hemos alojado a varios", cuenta el obispo. "En Navidad, organizamos una colecta especial para satisfacer las necesidades de estas personas. Entre los desplazados hay varios sacerdotes cuya parroquia fue destruida. Pero hay que destacar que no hay distinción entre cristianos y musulmanes son todos personas que han huido ante la violencia de Boko Haram, porque en varias familias hay cristianos y musulmanes que viven juntos en paz. Quien no comparte la ideología de Boko Haram, entre ellos muchos musulmanes, se ve obligado a huir", concluye Mons. Kaigama.
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com