Nissan es la única firma asiática que fabrica coches en España, pero podría dejar de serlo y no precisamente, porque algún compatriota apueste por producir aquí. ¿La marca japonesa quiere irse? Es una pregunta que, por ahora, no tiene respuesta, aunque hay síntomas que invitan a pensar en esa dirección.
Emplea a 5.000 personas en los tres centros de producción que tiene en nuestro país y que se encuentran en Ávila, Cantabria y Barcelona. Sin embargo, movimientos que se han ido viviendo en los últimos años en estas fábricas no invitan al optimismo.
En Ávila, hace casi dos años, se llegó a un acuerdo con los trabajadores para no cerrar la planta, que incluía reducción de sueldo, y garantía del empleo más allá de 2019. De hecho, en unos cuatro meses, se dejará de fabricar vehículos industriales (en concreto, camiones) para proceder a la reconversión en una factoría de recambios. El comité de empresa tiene dudas por el ritmo de las transformaciones, que incluyen una regulación de empleo temporal para que los 471 trabajadores reciban formación. En abril de 2020, deberá haber un mínimo de entre 200 y 250 empleados formados, para después ir recuperando progresivamente la plantilla actual a razón de 50 por año hasta llegar al pleno empleo en 2024.
La planta de Ávila dejará de fabricar camiones para reconvertirse en una factoría de recambios
En Los Corrales de Buelna (Cantabria), hay más de 600 trabajadores y una gran apuesta por la formación, incluida la de los proveedores. Hace unos meses, se puso en marcha un centro específico para la prevención de riesgos laborales y otros dos para formación técnica en las áreas de fundición y mantenimiento. No obstante, es una de las plantas de fundición y mecanizado más importantes de Europa, que produce componentes para los sistemas de propulsión de trenes, así como para vehículos de las fábricas de Nissan y Renault en Europa.
Y en Barcelona, la firma japonesa emplea a más de 3.000 personas en sus centros de la Zona Franca y de la Montcada i Reixac, pero ha anunciado un ERE que afecta a 600 trabajadores, aunque en un principio se habló de 500. Este viernes, se ha conocido que se ha roto la negociación entre la dirección y los sindicatos, en la que también mediaba la Generalitat de Cataluña, por lo que el escenario es bastante incierto. Nissan considera vital reducir la masa laboral en una planta que en el último ejercicio fiscal (cerrado el pasado marzo) registró una producción de 60.000 coches, a pesar de tener capacidad para fabricar 200.000, debido a la pérdida paulatina de modelos.
En Barcelona, cerró el último ejercicio con una producción de 60.000 coches, a pesar de tener capacidad para fabricar 200.000
Claro que en todo este escenario no son precisamente de ayuda los últimos resultados de Nissan: ha recortado su beneficio un 22%, hasta los 2.545 millones, lejos de los 5.958 millones del ejercicio anterior. ¿El motivo? El aumento de costes y la crisis reputacional provocada por el ‘caso Ghosn’. Parece que la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi no le está dando últimamente alegrías.