Nissan no recupera velocidad, pues ha tenido un beneficio neto de 542 millones de euros en su primer semestre fiscal (abril-septiembre), lo que supone un 73,5% menos que hace un año por la caída de ventas, principalmente. Unos malos resultados que le han llevado a recortar el dividendo y sus previsiones anuales.
En concreto, el fabricante de automóviles japonés ya no prevé repartir a los accionistas (entre ellos, está Renault, que es dueño del 43,4% del capital) un dividendo anual de 0,33 euros por acción, sino de 0,08 y no descarta volver a revisarlo más adelante. Asimismo, estima que el beneficio neto bajará un 35,3%; el operativo, un 34,8% y las ventas, un 6,2%.
La facturación se sitúa en 41,514 millones (-9,6%) tras vender 2,5 millones de vehículos (-6,8%)
Los resultados del primer semestre son los primeros con Makoto Uchida como CEO y han sido presentados por Stephen Ma, que se convertirá en el nuevo director financiero el próximo 1 de diciembre. Es cierto que las distintas magnitudes de la cuenta no han tenido caídas tan pronunciados como en el primer trimestre, cuando provocaron el anuncio de un recorte de 12.500 empleos hasta 2022, pero tampoco es para estar contentos.
El beneficio operativo de la única marca asiática que fabrica en España (concretamente, en Barcelona) se ha situado en 262 millones (-85%) y la facturación ha sido de 41.514 millones (-9,6%) porque ha vendido 2,5 millones de vehículos (-6,8%). A la caída de ventas, se suman unos tipos de cambio desfavorables, los gastos de las nuevas regulaciones y el encarecimiento de las materias primas. Por ahora, el recorte de 12.500 empleos que se hará en dos etapas (6.400 entre los ejercicios 2018 y 2019, y otros 6.100 hasta el año fiscal 2022) no afecta a España: según el responsable de la sección sindical de Sigen-Usoc en Zona Franca, Enrique Saludas, nuestro país se librará de la primera tras el ERE que aprobó para 600 empleados de la planta barcelonesa (donde trabajaban unas 3.000 personas) hace unos meses.