Norwegian pierde altura, pues está en números rojos y afronta amenazas de huelgas de pilotos y tripulantes de cabina (tcp). Una situación que no es buena y que le ha llevado a dejar de ser una perita en dulce para IAG, que ha descartado lanzar una OPA y, cuando considere, venderá su participación (3,93%).

La aerolínea de bajo coste noruega ha perdido 150 millones de euros en 2018, cinco veces más que hace un año, por los problemas en los motores Rolls Royce de sus aviones Dreamliner, el alza del precio del combustible y la fuerte competencia. Todo ello, a pesar de que los ingresos han ascendido a 4.128 millones (+30%), de los cuales 580 millones (+26%) se generaron en España -su tercer mercado, tras Noruega y EEUU-, y del aumento de pasajeros (37,34 millones, un 13% más).

Los problemas en los motores Rolls Royce obligaron a la low cost a alquilar aviones con tripulaciones para evitar retrasos y cancelaciones en vuelos intercontinentales. Ahora, los Dreamliner funcionan sin contratiempos y no prevén que los problemas en los motores vayan a afectar al servicio en el futuro.

Intenta volver a la rentabilidad: aplazando la entrega de nuevos aviones, con una ampliación de capital, venta de aeronaves y cierre de bases

Sin embargo, Norwegian necesita volver a la rentabilidad y para ello reducirá costes sí o sí relacionados con el crecimiento y el ritmo de inversiones. ¿Cómo? Ha acordado con Boeing Airbus aplazar la entrega de 12 y cuatro aviones, respectivamente, hasta 2020 (el año pasado, recibió 25 aviones nuevos); hará una ampliación de capital por unos 308 millones; venderá algunos aviones (su flota total es de 164 unidades) para obtener liquidez y cerrará algunas bases (en concreto, seis).

Ojo, porque esto último es motivo de amenazas de huelgas por parte de pilotos y tcp. En concreto, el pasado enero, anunció el cierre de tres de sus ocho bases españolas (Palma de Mallorca, Gran Canaria y Tenerife), así como las de Roma-Fiumicino en Italia, y Stewart y Providence en EEUU. Los pilotos españoles estudian paros como protesta si la low cost no justifica las causas y no garantiza el mantenimiento de empleos, según ha explicado el sindicato Sepla, además denuncia que muchos están recibiendo “invitaciones” para aceptar un traslado no elegido por ellos.

El sindicato Sepla amenaza con paros si no mantiene empleos y USO lamenta que se invita a traslados voluntarios para ahorrarse costes del despido, usando las mismas argucias que Ryanair

Por su parte, el sindicato USO protesta porque Norwegian ha abierto un proceso irregular de traslados voluntarios para ahorrarse costes en el procedimiento legal de despido y los tcp amenazan con ir a la huelga en febrero, si la aerolínea no se sienta a negociar cumpliendo la legalidad. Ernesto Iglesias, secretario general de la Sección Sindical Estatal de USO en Norwegian, lamenta que la low cost “esté utilizando las mismas argucias que Ryanair, amedrentando a los trabajadores de forma individual con la excusa de que un traslado voluntario los salva del despido”. “La única beneficiada es la propia Norwegian, que obtiene el visto bueno al traslado sin compensar al trabajador por ello”, ha subrayado.