La low cost Norwegian anuncia en un comunicado, este jueves, que transportó en septiembre casi 3,5 millones de pasajeros, un 9% más, apenas unos días después de que su consejero delegado, Bjørn Kjos, dejara claro que en caso de venta, la prioridad la tendrá IAG porque es “la mejor opción”. También Lufthansa se ha interesado por ella.
Sin embargo, a pesar de los pronósticos en contra -por el pozo sin fondo de problemas que esconde- mantiene el tipo, de momento, como si nadie pudiera con ella: ni IAG, ni Ryanair, ni Goldman Sachs o Norges, que también están en su capital (con participaciones de 15% y el 5%).
El holding que comanda Willie Walsh compró un 4,6%, pero ha asegurado, en paralelo, que no tiene voluntad de ser un socio minoritario y que si las negociaciones para una posible compra no avanzan venderá su parte.
Norwegian tiene un problema en un punto estratégico: los vuelos de larga distancia
La aerolínea noruega ha señalado, en concreto, que el tráfico en términos unitarios (pasajero por kilómetro transportado) aumentó en septiembre un 32%, que trasportó a 3.446.854 personas y que la tasa de ocupación fue del 92,4%.
A pesar del avance, Norwegian destaca el impacto negativo de la nueva tasa del Gobierno sueco sobre los pasajeros aéreos y del aumento de número de vuelos de largo radio, respecto al mismo mes de 2017, que reducen los ingresos unitarios). Son precisamente esos vuelos de larga distancia los que más factura puede pasar a la low cost. Ha tenido que aplazar algunos (a Miami desde Barcelona o Madrid) y otros presentan plantean dudas de rentabilidad (Argentina).
Por otra parte, en lo que parece una referencia subliminal a Ryanair -sacudida por las huelgas- y las críticas de su consejero delegado, Michael O'Leary, de alimentar la conflictividad en la irlandesa, informa que operó el 99,4% de los vuelos programados, que el 80,2% partió puntual y ese registro mejora en 2,3 puntos a septiembre de 2017.
IAG insiste en que no tiene ninguna voluntad de seguir en la low cost como socio minoritario
El punto de interés de Norwegian, la tercera low-cost europea, está en los movimientos que pueda hacer IAG, que también ha presentado sus cifras de septiembre. En este caso, la evolución también fue positiva, aunque desciende la ocupación (lógico en parte porque son los datos que sigue al verano).
En total, trasportó 10,5 millones de pasajeros, un 7,1% más, con un aumento del 5,9% de la demanda y del 7,2% de la oferta y la ocupación se sitúo en el 84,6%, un punto menos. Ha sido Iberia, no obstante, la que más crece, un 11,3% más, frente a British Airways (+3,5%).