• Los presidentes de EEUU y Turquía aprovecharán su participación en la próxima cumbre del G-20, en China, para reunirse a solas.
  • La intervención militar de Ankara en Siria ha sentado bastante mal a Washington, que le ha exigido que deje de aniquilar a los kurdos en ese país.
  • El encuentro será el primero tras el fallido golpe de Estado, que Erdogan aprovechó para exigir la extradición de Gülen desde EEUU.
  • El presidente francés, François Hollande, se une a las voces críticas con la escalada del conflicto en Siria tras la ofensiva turca.
Es paradójico que dos miembros de la OTAN tengan que acabar reuniéndose en territorio enemigo para solucionar sus rencillas. Pero es lo que sucederá el próximo domingo en China. Obama y Erdogan han aprovechado la ocasión -coincidirán en una cumbre del G20- para fijar su primera cita a solas tras la intentona golpista, ha informado Ben Rhodes, asesor de la Casa Blanca. El encuentro no es baladí. El fallido golpe militar turco ha marcado un punto de inflexión en la relación de Ankara con Washington. Pero lo que más ha cabreado a EEUU es el último operativo militar desplegado por Turquía en el norte de Siria para expulsar a los kurdos de la región, asunto que abordarán en la reunión. Y es que la Administración Obama ha calentado el tono con Erdogan desde entonces, calificando estos ataques de "inaceptables" porque están produciéndose en zonas donde hay yihadistas. En otras palabras, la iniciativa turca de atacar objetivos del EI es un puro chantaje y su único objetivo es aniquilar kurdos sirios (respaldados por Washington), a los que acusa encima de practicar la limpieza étnica en las regiones que controlan. Pero lo cierto es que los kurdos son los únicos que luchan sobre el terreno contra los yihadistas. Pero ése no es el único motivo de tensión entre ambas potencias. Erdogan cree que la intentona del 15 de julio fue instigada por el predicador Fetullah Gülen (exiliado en EEUU desde 1999). Por eso, desde el golpe, Erdogan exige encarecidamente la extradición del clérigo a suelo turco para juzgarle. Su petición, en cambio, se ha topado con las evasivas de la Casa Blanca, que afirma, no obstante, estar valorándolo. Pero el presidente turco no parece dispuesto a conceder a Washington mucho más tiempo y ya asegura que "Estados Unidos deberá elegir entre Fetullah Gülen y Turquía". Entre tanto, se ha sumado una nueva voz en contra de la ofensiva de Turquía en Siria. El presidente francés, François Hollande, ha alertado de que los últimos enfrentamientos entre el ejército turco y la guerrilla kurda pueden provocar una escalada en el conflicto sirio, y ha pedido que acuerden la paz. Daniel Esparza