- La metedura de pata de Margallo: califica de criminal a Bassar Al Assad mientras solicita negociar con él.
- Con Al Assad, los cristianos sirios vivían en paz.
- Occidente ya no se pregunta cómo empezó la guerra en Siria.
- Y Barack Obama mira hacia otro lado. Ha cambiado autocracias laicas por tiranías islámicas.
- Lo único bueno: que tras el ahogamiento de Alan Kurdi, Europa ha revivido.
Mañana del lunes. Sorprendentes y asombrosas declaraciones del ministro de Asuntos Exteriores,
José Manuel García Margallo (
en la imagen). Ha venido a decir nuestro canciller que para detener la marea de refugiados sirios e iraquíes habrá que pactar con el sirio
Bassar al-Assad, a pesar de su balance "criminal". Es decir, lo del chiste:
-Hola cara-culo: ¿tienes el libro de cómo hacer amigos?
Lo curioso es que nadie parece acordarse ya de por qué surgió la
guerra en Siria. Ni fue la rebelión contra el autócrata Al-Assad, sino el empuje fundamentalista del Califato, que ya estaba en germen en la vecina Iraq, al tiempo que
Al Qaeda ya estaba presente en el oeste y norte de Siria. Y lo de Irak,
donde se ha forjado el Califato islámico, que ha llevado el terror a todo el mundo y es hoy el principal enemigo del Occidente libre, es el producto de la invasión norteamericana de Irak, perpetrada por
George Bush.
Pero, sobre todo, el que lanzó la rebelión contra Damasco fue Occidente, de la mano de
Barack Obama, quien incluso planeó una invasión de Siria que
Vladimir Putin evitó. Al final, se quedó en bombardeos, lo que fue aprovechado por el hoy llamado
Estado Islámico para crecerse. Obama ha hecho cosas peores pero me temo que pasará a la historia por su estrepitoso fracaso en la llamada
Primavera árabe.
Cinco años después Margallo pide negociar con Al Assad para conseguir que no lleguen tantos refugiados en petición de asilo. ¿Y por qué va a interesarle a un acosado Al-Assad pactar con un Occidente que le ha convertido en pieza a batir y que ha facilitado el crecimiento del enemigo islámico? Su prioridad es sobrevivir.
Más bien, Margallo debería hablar de negociar con el Estado Islámico, pero me temo que eso es bastante más complicado. Por cierto, cristianos y kurdos son las víctimas del Estado Islámico a quien el criminal
Bashar al-Assad siempre permitió ejerce su libertad religiosa. No son los musulmanes los perseguidos en Irak y Siria, sino los cristianos y los kurdos. Como siempre.
De hecho, los refugiados,
como recordamos hoy, no emigran a los países ricos del golfo Pérsico. Por dos razones. Los cristianos, porque serían tan perseguidos en Arabia como en Iraq. Los musulmanes, porque saben que su hermanos en la fe no les quieren cerca de ellos.
Margallo ha hecho el ridículo y lo único bueno que se saca de todo esto es que la dramática muerte del niño
Aylan ha despertado conciencias en Europa, incluidas las de los gobernantes. Francia asumirá 24.000 y España 15.000. Es decir, proporciona la población. El problema es cómo controlar que entre los asilados no se celen fanáticos o yihadistas musulmanes, porque algunos testimonios como el de quienes no se negaban a recibir
alimentos de de la Cruz Roja por el emblema de la cruz,
es como vigilar muy bien a quien metemos en casa.
En cualquier caso, el viaje de Margallo es como para reír si no fuera para llorar. Claro que hay que pactar con Assad:
ahora hay que saber si Assad quiere pactar con Occidente.
Eulogio López
eulogio@hispanidad.com