Todo parecía indicar que la venta del negocio de concesiones por 2.235 millones de euros iba a solucionar de una vez por todas los problemas de deuda de OHL. Fue una operación que marcó un antes y un después en la historia de la constructora fundada por Juan Miguel Villar Mir y presidida ahora por su hijo, Juan Villar-Mir de Fuentes. Un año después, sin embargo, OHL sigue arrastrando problemas, y ahora sin el negocio que le aportaba alrededor del 80% del Ebitda.

¿Qué estaba ocurriendo? Que la matriz debía dinero a la filial, en lugar de ser la filial la que debiera a la matriz, algo muy habitual. En otras palabras, el problema no estaba en OHL sino en el Grupo Villar Mir. La pista la ha dado el hecho relevante remitido este lunes por la constructora.

“GVM reconoce adeudar a OHL 75.609.000 euros más los intereses devengados diariamente desde el 8 de julio de 2016 a un tipo de interés fijo del cinco coma cinco por ciento (5,5%) anual”, reza el comunicado.

La buena noticia es que las partes -matriz y filial- han llegado a un acuerdo. “La Sociedad (OHL) ha formalizado con Grupo Villar Mir, S.A.U (“GVM”) y con Pacadar, S.A.U. (“Pacadar”) un acuerdo transaccional poniendo fin a discrepancias existentes, otorgando una sólida posición acreedora en la Compañía a través de instrumentos ejecutivos” explica la compañía.

Estamos hablando, en total, de algo más de 110 millones de euros que, para una empresa como la actual OHL, son muchos millones. Y si encima, la filial cotiza en bolsa, peor aún: se estaba castigando al pequeño accionista. La prueba la hemos tenido, precisamente, en el parqué: las acciones de OHL han llegado a subir más de un 8% este lunes.

OHL también ha anunciado un acuerdo con Aleatica -antigua OHL Concesiones- y sobre el contencioso que mantenía por una autopista en México. Las dos son noticias positivas, aunque lo mejor hubiera sido aclarar todo desde el principio.