La pérdida de la mayoría de OHL es un hito histórico para el Grupo Villar Mir, especialmente para el fundador del grupo y de la construcotra, Juan Miguel Villar Mir. Seguramente, la venta del 12,2% de OHL, anunciada en la tarde del miércoles, no ha sido de su agrado, aunque el mercado manda, y la necesidad de desapalancamiento le han forzado a hacerlo.
Ahora bien, la reducción de la participación de GVM en OHL, del 53% al 40%, no implica pérdida de control, ni mucho menos. Es más, perder la mayoría lleva implícita la invitación a nuevos socios en la compañía. En otras palabras, a los fondos no les gustan las empresas familiares, pero menos aún aquéllas en las que la familia posee más de la mitad. Sin embargo, la percepción de estos inversores cambia radicalmente si esa participación cae por debajo del 50%.
En cualquier caso, la venta del 12,2% responde a la necesidad de reducir deuda de GVM. Pero tranquilos, porque, en principio, no hará falta desprenderse de más acciones. Con esta colocación, en principio, finaliza el plan de reducción de deuda iniciado por GVM en 2016 y que ha permitido reducir en endeudamiento de 1.500 millones a sólo 500. Además, se ha suprimido la deuda a corto plazo.
Un apunte final no menos importante: la venta de ese 12% implicará un ajuste en el Consejo de Administración, aunque aún no está decidido ni se ha evaluado por los órganos competentes.