El dato facilitado este martes por el INE no podía ser más alarmante. En febrero, un mes antes del parón económico provocado por el confinamiento forzoso de la población, la creación de empresas se desplomó un 9,2% respecto al año anterior. Añadan a esto la hecatombe del empleo que vimos durante la segunda mitad del mes de marzo.
Será un año muy complicado económicamente. Ya lo iba a ser sin el Covid-19: en enero, la creación de empresas cayó un 3,8% respecto al año anterior. Hará falta algo más que créditos del ICO avalados por el Estado o el aplazamiento de impuestos a empresas y autónomos. Eso se antoja totalmente insuficiente para la recuperación económica tras el coronavirus. La primera medida que debería aprobar el Gobierno Sánchez es bajar los impuestos, pero eso choca frotalmente contra el ideario social-comunista. Vamos directos hacia el reparto de la miseria.