Se llama Ioane Teitiota y huyó de Kiribati decidido a no sucumbir bajo las aguas del Pacífico, que amenazaban con anegar su isla. Se fue porque el terreno en el que vivía fue azotado por las violentas tormentas y el aumento del nivel del mar estaba inundándolo todo poco a poco.
Ahora, Ioane pasará a la Historia como el primer refugiado climático.
Después de su traumática experiencia, seguro que se plantea irse a vivir, por lo menos, al Himalaya.
Fuentes poco fidedignas aseguran que, a la vista de la influencia del cambio climático en el aumento del nivel del agua, la ONU va a crear países en el mar, con su propia bandera, al estilo de la película ‘Waterworld’. Quizá, cuando todo se civilice y la ONU lo supervise, Ioane pueda volver a su isla y dejar de ser el primer refugiado climático del mundo.