La OPA que ha lanzado MásMóvil sobre Euskaltel supondrá que el nuevo modelo del primero (pocos costes laborales, red externa y mal servicio) llegue a operador de telecomunicaciones vasco. Pero aún hay más, pues se trata de una inentiligible operación heredada del esquema articulado por John Hahn, el creador de MásMóvil y exresponsable del fondo Providence (uno de los propietarios, junto a KKR y Cinven, de MásMóvil), y actualizada por Meinrad Spenger, director ejecutivo de MásMóvil.
Eso sí, con la OPA a Euskaltel le han hecho un gran favor, porque aquello no tenía futuro. Por el momento, los únicos que se están forrando son los ejecutivos de MásMóvil, dado que tienen incentivos por crecimiento, no sólo por beneficio. Así, a más clientes, más dinero para sus bolsillos… y la oferta sobre el 100% de Euskaltel supone comprar clientes. Claro que es imposible rentabilizar una operación de casi 2.000 millones de euros (concretamente 1.995,47 millones) por varios motivos. Veámoslos en detalle.
- El coste de la red: MásMóvil no tiene casi red propia, sino que echa mano de red externa (sobre todo de la que le proporciona Orange, cuyos ingresos mayoristas son su mejor negocio), pero eso tiene un coste que hay que pagar. En concreto, a MásMóvil le cuesta una media de 17 euros por cliente.
- El apalancamiento: la OPA va a ser financiada con deuda. Teniendo en cuenta que en intereses de deuda se paga una media del 4% al año, el grupo de telecomunicaciones que dirige Spenger tendría que pagar unos 80 millones al año en intereses y luego devolver el capital que debiera.
- El margen low cost: es lo que tiene ser un operador de telecos low cost: el margen es pequeño. No es el caso de Telefónica, que también tiene segmento de bajo coste con O2, pero este no es su gran negocio, porque juega a ARPU (ingreso por cliente) y no tiene reparos en presumir de que este es de 90 euros.
Y claro con el coste de la red, el apalancamiento y el margen low cost, es imposible rentabilizar una operación de 2.000 millones. ¿Podría pensar en venderla? Quizá, aunque el problema es que ni Telefónica ni Orange ni Vodafone querrían comprarla.
Al hilo de esto, conviene recordar que Hahn compró ONO, que creó una red de cable (la cual ha perdido atractivo ante la fibra óptica) y se convirtió en multimillonario al vendérselo a Vodafone, a un precio carísimo. Hace unos meses, ya desde MásMóvil pretendía comprar… Vodafone España, pero por ahora no ha habido más movimientos. Ahora pretende quedarse con Euskaltel, engordando a MásMóvil y los bolsillos de los ejecutivos… y dar otro pelotazo vendiéndolo después. Pero el problema del especulador siempre es el mismo: saber retirarse a tiempo.