- Los sindicatos desconfían del ERE voluntario y mantienen las movilizaciones.
- El nuevo Ceo viene con un claro cometido: que España ayude a financiar la fusión con Bouygues Telecom.
- Y falta capacidad de gestión: Vignolles se marcha y Paillassot quiere despedir a García.
La próxima reunión entre la dirección de la empresa y los sindicatos para tratar el
ERE que afectará a 550 empleados, se celebrará este mismo viernes. Los representantes de los trabajadores habrán tenido dos días para analizar toda la documentación entregada durante la primera reunión, celebrada ayer miércoles. De entrada, la reacción de los sindicatos, principalmente, CCOO, ha sido de desconfianza.
Aseguran que el número de 550 salidas -el 16,8% de la plantilla- es "disparatado", por muy voluntarias que sean, ya que equivale a la práctica totalidad de la plantilla de
Jazztel. De llevarse a cabo, "pondría en grave riesgo la viabilidad futura de la empresa", afirman en un
comunicado. Por eso, CCOO mantiene las movilizaciones previstas para el próximo sábado, en Madrid.
Por su parte, la empresa mantiene que el
ERE se realiza por razones organizativas y productivas, no económicas. Y parte de las siguientes condiciones: indemnizaciones de 33 días por año trabajado -45 días para periodos anteriores a febrero de 2012- con el tope de 15 mensualidades.
Al mismo tiempo, la compañía contratará a 300 nuevos empleados. Ahora bien, serán trabajadores para los centros de atención de llamadas -los
call center-, que no es, precisamente, el trabajo mejor remunerado de todos. En cualquier caso, la compañía asegura que, al final, contando estas incorporaciones,
la salida neta de personas será de 250. Sí, pero habrá precarizado el empleo.
En cualquier caso, lo más preocupante, además del
ERE, es el cometido con el que llega a nuestro país -oficialmente, el 1 de marzo- el nuevo consejero delegado de Orange España,
Laurent Paillassot (
en la imagen). El objetivo de
Paillassot consiste en que la filial española ayude a financiar la fusión entre
France Telecom y el operador
Bouygues Telecom. Según algunas estimaciones, la operación podría rondar los 10.000 millones de euros.
Está claro que no es una operación menor y forma parte esencial de la estrategia global del grupo. En otras palabras,
Paillassot no viene a España para relanzar
Orange en el mercado nacional. Eso ya lo hizo, y con buenos resultados, su antecesor,
Jean Marc-Vignolles. Ahora se trata de exprimir al máximo a la filial española. Es algo muy similar a lo que ha hecho Enel con Endesa. En esa estrategia, uno de los hitos es, sin duda, la salida a bolsa de
Orange España.
Para eso viene
Paillassot, un financiero muy capaz pero que nunca ha llevado el día a día de una teleco. Y eso es un problema, porque faltará capacidad de gestión. A la marcha de
Vignolles se une el hecho de que
Paillassot quiere despedir al consejero delegado de Jazztel,
José Miguel García. En el fondo, no le hace falta para exprimir a Orange España.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com