Más de 62.000 migrantes han llegado a España en lo que va de año, más del doble que en 2017. Otra prueba más del ‘efecto llamada’ que desató Pedro Sánchez, dos semanas después de su llegada a La Moncloa, con la acogida de los 630 inmigrantes rescatados por el ‘Aquarius’.
62.126 migrantes es la cifra contabilizada entre el 1 de enero y el 16 de diciembre, según los últimos datos del Ministerio del Interior, superando los 27.253 contabilizados en el mismo periodo del año pasado. Esto supone 34.873 inmigrantes más (+128%). En concreto, 55.621 llegaron por la vía marítima y 6.505 por la vía terrestre (a través de Ceuta y Melilla).
55.621 han llegado por la vía marítima y 6.505 por la vía terrestre (a través de Ceuta y Melilla), según Interior
Pero a estos números hay que añadir las llegadas que se han dado desde entonces. Entre ellas, la de los 253 rescatados por Salvamento Marítimo los días 24 y 25, y la de los 310 inmigrantes que navegan a bordo del ‘Open Arms’ y que llegarán el próximo viernes a Algeciras. Y también las que podrían producirse hasta fin de año, aunque lo que está clarísimo es que 2018 será con creces el de la mayor crisis migratoria de nuestro país, rompiendo el récord que hasta ahora ostentaba 2006 (39.180 inmigrantes), un hecho que prueba el ‘efecto llamada’ que muchos niegan.
Una tendencia alcista que también se observa en los datos de la Organización Internacional de las Migraciones (OIM): 52.678 inmigrantes llegaron a España entre el 1 de enero y el 2 de diciembre, superando los 20.043 del mismo periodo del año pasado. Además, gana a Grecia (29.782) e Italia (23.011).
España supera con creces a Grecia (29.782) e Italia (23.011), según las cifras de la OIM
Y por cierto, al hilo del ‘efecto llamada’, no hay que olvidar que Sánchez se apresuró a que miembros de su gabinete se hicieran fotos en el puerto de Valencia el 17 de junio recibiendo al ‘Aquarius’, pero apenas dos meses después, respondió que España no era puerto seguro. Aunque, después intentó apuntarse el tanto de haber trabajado en el acuerdo europeo para repartirse 244 inmigrantes de varios barcos (141 del ‘Aquarius’) entre Alemania, Francia, España, Portugal y Luxemburgo, un asunto que lideraron los presidentes de Malta y Francia. En esta ocasión, España se quedó con 60 migrantes.