Pero Pablo Iglesias quiere ser Pedro Sánchez, quiere ser presidente… y no se lo van a permitir. Este chico corre demasiado.
Por de pronto, hoy martes 14 de abril, día de la proclamación de la II República, don Pablo ha aprovechado para meterle el dedo en el ojo a don Pedro, sólo que lo ha hecho en la mejilla del Rey Felipe VI. Y así, tras una mezcolanza de valores de la II República, en la que según Iglesias son los valores en los que ahora cree “todo el mundo” el vicepresidente segundo del Gobierno de la monarquía, concluye su soflama asegurando que con la II Repúbica no tendrían que ver a un “jefe de Estado vestido de militar”. Lo cual ya saben, resulta de lo más antidemocrático.
Lo de Sánchez e Iglesias no son convicciones enfrentadas, son ambiciones enfrentadas
Un vicepresidente del Gobierno que se burla del Jefe del Estado y propugna una cambio de régimen. Y un presidente de Gobierno que lo permite. No, no son convicciones enfrentadas, son ambiciones enfrentadas. Pedro y Pablo nunca abandonarán el sillón de mando. Hay que echarlos.
Fuerte país esta España capaz de sobrevivir a sus mandatarios.