Pablo Iglesias comparecía ante los medios durante la mañana del lunes, donde ha valorado los resultados de la triple cita electoral del pasado domingo. "Los resultados electorales son malos y hemos experimentado un retroceso", decía el líder al principio de su discurso, comparando las cifras con las obtenidas en las pasadas elecciones.
Asimismo, ha insistido en que la división ha sido el factor principal que ha desembocado a una derrota para el partido, que ha perdido el gobierno en varios territorios, como por ejemplo en la capital. "A la izquierda no nos funciona cuando nos dividimos y nos peleamos entre nosotros", afirmaba Iglesias.
Más tarde, en una entrevista en televisión, ha mantenido su postura afirmando que "no se necesitan proyectos personales, sino candidaturas donde esté todo el mundo". Calca así el discurso que lleva pregonando Pablo Casado apelando al voto útil, para frenar el avance de la oposición en el futuro.
Incluso sumando los votos hubiera sido insuficiente para que Madrid resistiera a un espacio de extrema derecha", comentaba Iglesias
Además, ha declarado que en su partido han sido "enormemente responsables" y "éticos" al pedir votos para otras formaciones de izquierdas -Más Madrid y Madrid en Pie- con el objetivo de frenar a la derecha; “No lo vamos a poner difícil, no vamos a pedir nada que no nos corresponda”, detallaba abriendo la puerta a posibles pactos con otras formaciones de izquierda. "Incluso sumando los votos hubiera sido insuficiente para que Madrid resistiera a un espacio de extrema derecha", explicaba.
Ha descartado una posible dimisión por su parte, alegando que su cargo está en manos de los inscritos a Podemos. "No nos vamos a rendir", sentenciaba.
Vamos, que Pablo Iglesias no dimite y quiere ser ministro.