• Tras quedar tercero en las elecciones, afirma, con un cierto tono arrogante, que "España ha votado un cambio de sistema y una reforma constitucional".
  • "Los ciudadanos han acabado con el sistema del turno", según interpreta Iglesias.
  • Insiste mucho en la "plurinacionalidad" de España y en revisar el modelo territorial.
  • Y lanza un mensaje a los socialistas: "Que no cuenten con nosotros para entregar el Gobierno al Partido Popular".
Pablo Iglesias (en la imagen), el líder de Podemos, que ha debutado en el Congreso con 69 diputados, ha analizado este lunes los resultados del 20-D como si hubiera ganado las elecciones. Este lunes, en un tono autoritario que recordaba al de sus comienzos políticos  -y que moderó en la campaña electoral-  ha marcado como ejes irrenunciables en sus negociaciones "cinco garantías constitucionales que sean el nuevo pegamento de nuestro país": el blindaje constitucional de los derechos sociales, la prohibición de las puertas giratorias, la reforma del sistema electoral, la independencia judicial y el derecho a decidir de cuantas regiones quieran solicitarlo. Ha afirmado que aún no se ha producido ninguna conversación ni ningún contacto con el resto de líderes políticos. "Mi voluntad es iniciar cuanto antes la ronda de contactos que, por supuesto, será pública, con luz y taquígrafos", ha señalado en su comparecencia a mediodía. Preguntado por la posibilidad de un gran acuerdo de izquierdas, Iglesias ha lamentado que el PSOE "no ha entendido que España es un país diverso y plurinacional". "Somos el pegamento para unir este país", ha explicado. Además ha continuado diciendo que "defendemos que en Cataluña se lleve a cabo un referéndum". "Nosotros vamos a defender el sí a un proyecto común. Me sorprende que algunos digan que no quieren referéndum. Nosotros defendemos sin matices ni ambigüedades que haya un referéndum. No queremos que Cataluña se vaya de España, pero queremos que en Cataluña se vote". "O se entiende que España es un país diverso y plurinacional o se está entregando el Gobierno al PP, que ha sido sexta fuerza en Cataluña y quinta en Euskadi", ha dicho. "La política vieja se acabó, ahora toca calma, reflexionar y estar a la altura del cambio que se está produciendo".  "Es un momento de altura de miras y de calma". "No es el momento de hablar de investiduras, sino de una nueva Transición". Aunque ha reconocido: "Me preocupa que el PSOE quiera una gran coalición con el PP". Ha lanzado un mensaje a los socialistas: "Que no cuenten nosotros para entregar el Gobierno al Partido Popular, ni por activa ni por pasiva, ni con votos a favor, ni con abstenciones". "El PP no puede formar parte del futuro Gobierno de nuestro país". Ante el evidente bloqueo que supone su postura y la probable convocatoria de nuevas elecciones, ha afirmado que "si los ciudadanos tienen que volver a votar, somos muy optimistas". Andrés Velázquez andres@hispanidad.com