- Desde entonces, la madre de la muchacha y las otras tres hermanas viven con miedo y en la indigencia.
- No pueden salir de su casa, ni ir a trabajar ni hacer las compras porque temen las represalias de los musulmanes, debido a la denuncia hecha por el padre de familia antes de su asesinato.
- La madre afirma: "Quiero a mi hija de vuelta y que los culpables sean arrestados por la justicia. No tengo dinero, ni para comprar qué comer ni para continuar la batalla legal. Pido ayuda al pueblo de Dios".
Mehewish, una joven cristiana de catorce años fue raptada por un grupo de musulmanes, que luego asesinaron a su padre a sangre fría cuando él trató de llevarla nuevamente a casa. Este episodio tuvo lugar en marzo pasado en
Pakistán, en la periferia de Faisalabad, recoge
AIN de Asia News.
La víctima de este grave episodio de violencia se llama
Tanveer Masih, de 42 años, marido de
Najma Bibi y padre de Mehewish. El hombre vivía con la familia en un barrio pobre de Khalid Colony y trabajaba como chofer de un bici-taxi. Mientras la hija mayor se ocupaba de la casa y de las hermanas menores, la madre y Mehwish trabajaban como empleadas domésticas en casas de familia.
Desde entonces la madre de la muchacha y las otras tres hermanas viven con miedo y en la indigencia. No pueden salir de su casa, ni ir a trabajar ni hacer las compras porque temen las represalias de los
musulmanes, debido a la denuncia hecha por el padre de familia antes de su asesinato. Najma Bibi, madre de Mhewish, , declara: "Habiendo pasado ya varios meses desde el rapto de mi hija, la policía aún no hizo nada porque no tenemos dinero para hacer valer nuestros derechos. Vivimos en una situación desesperada, necesitamos ayuda. Ruego para que mi hija continúe poniendo su esperanza y teniendo fe en Jesucristo".
Mehwish, la joven secuestrada, frecuentó la escuela hasta el octavo grado, cuando tuvo que abandonarla para ayudar a su familia. El 12 de marzo pasado una familia de musulmanes pidieron a Mehwshi servir en una fiesta que se realizaría esa noche. Pero la muchacha no volvió nunca a su casa y desde aquella noche no se la vio más.
Su padre desesperado, fue varias veces a la casa de los musulmanes, pidiendo que le devolvieran a su hija. Cada vez que iba, lo rechazaban diciendo que la muchacha estaba afuera haciendo algunas compras y encargos, y le impedían ver a la joven. Tanveer intentó también el camino de la reconciliación a través del consejo del pueblo. Después de varios intentos sin resultados, el 10 de mayo Tanveer fue a la comisaría de la policía de Raza Abad y realizó la
denuncia por rapto contra Umar Daraz, Muhammad Zahid y Mobeen Reheman. Inmediatamente después de la denuncia, el cristiano comenzó a recibir amenazas, pero él no se dejó atemorizar y presentó otra ulterior denuncia ante los agentes.
Llegado ese punto, uno de los acusados fue a la casa de Tanweer y le prometió que volvería a abrazar a su hija sólo si retiraba la denuncia. Aceptó retirar la denuncia después de habérsele asegurado que su hija sería liberada. Asia News publica que el 31 de mayo Tanweer fue a una cita, pero dos hombres lo mataron a tiros de pistola mientras estaba en Jhang Road, yendo hacia Thikriwala, subido en su moto.
La
policía local registró el caso de homicidio, pero no arrestó a nadie. En estos meses, la madre y las otras dos hijas sobrevivieron gracias al apoyo de los familiares, que les llevan pan y mantequilla. La madre afirma: "Quiero a mi hija de vuelta y que los culpables sean arrestados por la justicia. No tengo dinero, ni para comprar qué comer ni para continuar la batalla legal. Pido ayuda al pueblo de Dios".
José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com