La jornada parlamentaria del miércoles 3 de noviembre se recordará por dos cosas: muchos diputados pendientes de si gana Trump o gana Biden y por la comparecencia del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos que últimamente parece el sastrecillo valiente, convertido en el Pepito Grillo del Gobierno y en el encargado de soltarle la bronca a los diputados de PSOE y Podemos, convertidos en perrillos falderos de La Moncloa.
En resumen, la jornada ha consistido en un soberano palo del gobernador Cos a los Presupuestos de Sánchez. Lo más llamativo, la pandemia no era el momento más adecuado para subir los impuestos, ni las pensiones, ni el sueldo de los funcionarios.
El gasto público “superfluo” alude al gasto corriente. A la postre, se trata de reducir el número de funcionarios y el número de organismos públicos
Los impuestos porque gravar a los elementos más productivos de la sociedad es una buena idea cuando el problema es la producción. De hecho, toda Europa baja impuestos y Pedro Sánchez los sube.
Las pensiones suben un 0,9% pero el gobernador recuerda que el IPC terminará en negativo, nada menos que tres décimas.
Lo mismo ocurre con el salario de esos funcionarios, donde, además, el hombre del Banco de España recuerda algo evidente: por qué no se ha hecho una subida selectiva. Admite Hernández de Cos que se suba el salario a los sanitarios pero a otros, ¿por qué?
Además, quizás más grave porque es la clave de la desastrosa política económica el gobernador del Banco de España no se cree el cuadro macroeconómico de Moncloa. Por ejemplo, cree que el déficit será superior al 7,7% e insiste en reducir el gasto público “superfluo”. El gasto público “superfluo” alude al gasto corriente. A la postre, se trata de reducir el número de funcionarios y el número de organismos públicos. Palabras mayores que sólo los de Vox se atreven a decir en voz alta.
Los altos cargos de los ministerios económicos han dedicado la jornada a defenderse de los ataques de Cos, quien ha vuelto a tildar a los diputados, en clara alusión a los grupos parlamentarios que soportan al Gobierno, de vagos e irresponsables. En definitiva, de ser una correa de transmisión de La Moncloa incapaces de poner en solfa la hasta ahora, a tenor de los resultados, desastrosa política económica del Gobierno Sánchez. Por de pronto, insistimos, el gobernador Cos no se cree el cuadro de previsiones del Gobierno Sánchez.
Los altos cargos de los ministerios económicos han dedicado la jornada a defenderse de los ataques de Cos, quien ha vuelto a tildar a los diputados de vagos e irresponsables
Y una última crítica, segunda vez que que la formula, realmente feroz, aunque ahora hay que aumentar el gasto social, no por ello el gasto público puede continuar disparado y hay que empezar a reducirlo desde ya mismo. Y atención, Cos pide que, desde ya mismo, se reduzca lo que llama “gasto público superfluo”.
Y esto es lo que ha provocado una jornada de revuelo. Los altos cargos ministeriales han convertido sus comparecencias en el Congreso en una especie de respuesta al gobernador: nuestros Presupuestos, los del Gobierno, sí son creíbles. Hernández de Cos, insiste: no sirven.