• Primero creó un Ministerio de la Felicidad, y ahora añade a 60 "directores del optimismo" para que viajen por el mundo y estudien la alegría.
  • La cosa no queda ahí: también quiere entrar antes de 2021 en el ranking de la ONU de los cinco países más felices. Ahora ocupa el puesto 28, por encima de España.
  • Aunque respeta la libertad de culto, prohíbe a los cristianos llevar una cruz al cuello o en el coche. Tampoco les permite hablar de religión con musulmanes.
  • Lo que sí pueden es ir a misa en alguna de las siete parroquias católicas construidas en el país, a pesar de ser miles los fieles.

La felicidad es una cuestión de Estado en los Emiratos Árabes Unidos (EAU). Así lo decidió su Gobierno en febrero de este año al crear un Ministerio de la Felicidad. Al frente de la cartera está Ohood bint Khalfan Al Roumi. Su función, ya se imaginarán, es mantener a toda la población contenta. Y no crean que la petromonarquía se ha tomado a guasa el tema: designó en julio una plana de 60 "directores de la felicidad y el optimismo" para que viajen por el mundo y estudien cómo difundir la alegría entre su gente. Como lo oyen. Pero la cosa no queda ahí: El régimen autocrático quiere ahora situarse entre los cinco países más felices del mundo antes de 2021. En otras palabras, su objetivo es convertirse en la dictadura más feliz. Porque, según el ranking de la ONU de este año, Dinamarca, seguido de Suiza, Noruega, Islandia y Finlandia son los países con mayor índices de felicidad. ¿Qué cosas, verdad? De momento, los EAU ocupan la posición número 28. No está nada mal, teniendo en cuenta que España, por ejemplo, ocupa el puesto 36 y Francia, otro ejemplo, la posición 32. En cualquier caso, ¿qué hará el Gobierno para propagar la felicidad entre su población? No ha desvelado ninguna medida, y hasta ahora no ha hecho mucha cosa: principalmente, ha centrado su campaña en las redes sociales, preguntando a sus seguidores en Facebook e Instagram si les hace felices sus posts o animándoles a que usen el hashtag #TuSeguridadNuestraFelicidad. Poco más. Muchos creen que es una mera operación de marketing político sin mucho fondo. Lo cierto es que la dictadura emiratí es más laxa que en otros países del Golfo Pérsico. El Islam es la religión oficial y la sharía (ley islámica) es la fuente principal de su legislación. Pero el resto de confesiones tiene libertad de culto, incluidos los cristianos, pero ojo, con matices: la comunidad cristiana no puede hablar de religión con los musulmanes y está prohibido llevar una cruz al cuello o en el coche. Eso sí, por lo menos les dejan celebrar misa en las siete parroquias católicas del país. En total, puede haber más de 800.000 creyentes, según la estimación de Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), aunque otros rebajan sustancialmente esa cifra. Daniel Esparza