- La presidenta del primer banco español culpa a Brasil del desplome de la cotización.
- Y no contempla participar en la próxima ronda de fusiones bancarias.
- La anécdota: Botín ha reconocido que, hasta ahora, el Santander no era su banco principal.
Sin duda, la anécdota de la presentación de
resultados anuales del Santander celebrada este miércoles, la ha protagonizado
Ana Botín (
en la imagen) al reconocer que, hasta este miércoles, el
Santander no era su banco principal. ¿Cuál era entonces? Una vez concluida la presentación, desde el banco han explicado que fue
Banesto durante los años que trabajó allí para pasar a
Santander Reino Unido durante su estancia en Londres.
En cualquier caso,
Botín ha reconocido que abrió una
Cuenta 1/2/3 en octubre de 2015 pero no se pudo beneficiar de sus ventajas -entre ellas, la entrega de una acción del banco- porque no cumplía con el requisito de tener sus recibos domiciliados allí. "Espero que a partir de ahora me den una acción, dos o las que me corresponda", ha bromeado.
Más seria se ha mostrado al hablar de la situación política que vive nuestro país. Según
Botín, cuanto antes se disipe la incertidumbre, mejor, porque las dudas no ayudan. De hecho, ha reconocido que ahora el "teléfono suena menos" que hace dos meses para invertir. En cualquier caso, ha querido trasladar un mensaje positivo y ha señalado que está aumentando la inversión en nuestro país y, además, se está creando empleo. Según ella, el PIB crecerá un 2,9% en 2016.
Uno de los asuntos que más preocupa a
Botín, toda vez
que los resultados de 2015 muestran una
fuerte solvencia aunque no tanta rentabilidad, es la cotización bursátil de la entidad, que se ha desplomado desde el pasado mes de abril. La presidenta del Santander lo tiene claro: la culpa la tiene Brasil. Y lo argumenta: tras la macroampliación de 7.500 millones de euros realizada en enero de 2015, la cotización del banco superó los 100.000 millones de euros, lo que supuso un máximo histórico.
La situación comenzó a empeorar en abril, según
Botín, por culpa de la situación en Brasil. "Hay una correlación directa entre lo que ha pasado con la acción y con Brasil", ha señalado. Según ella, los mercados "no están entendiendo el riesgo de Brasil y el peso que tiene para nosotros", ha afirmado.
La tarea, en cualquier caso, se presenta ardua: durante 2015, los títulos del banco se desplomaron cerca de un 30%. Es muy probable que los accionistas se lo reprochen durante la próxima junta general. Como para contrarrestar la caída bursátil,
Botín ha asegurado en varias ocasiones que durante 2015, el valor en libros del banco ha aumentado un 3%. Además, ha señalado que uno de los objetivos para 2016 es aumentar el beneficio por acción y el dividendo.
Sobre fusiones bancarias, poco que decir.
Santander y Bankinter son los únicos grandes bancos que no han participado, hasta ahora, en el proceso de concentración del sector. Es curioso que sean, justamente, las dos entidades ligadas a los Botín. Pues, por lo que parece, la situación no va a cambiar. Si la pasada semana fue la Ceo de Bankinter la que negó que el banco fuera a participar en futuras
fusiones, este miércoles ha sido la presidenta del
Santander la que ha dejado claro que su intención es crecer de manera orgánica. El
Santander está cómodo con la cuota de mercado del 14% o 15% que tiene actualmente en la Península Ibérica.
Vamos terminando. Al margen de la anécdota de la rueda de prensa, lo cierto es que la
Cuenta 1/2/3 ha permitido 'robar' 237.000 clientes a otras entidades. En siete meses, el Santander ha abierto 860.000 cuentas 1/2/3.
Sólo un detalle más. Durante su intervención, el consejero delegado, José Antonio Álvarez, se ha referido a
Botín como "Ana" hasta en cinco ocasiones. Como ha comentado Ana; tal y como ha señalado Ana en su intervención, etc. Sin duda, estamos ante un cambio –si quieren llamarlo así- cultural dentro del banco. ¿Se imaginan al anterior Ceo,
Javier Marín, referirse a Botín como "Emilio"? Que si Emilio ha dicho esto, que si Emilio ha hecho esto otro…
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com