José Luis Ábalos todavía no tiene claro qué modelo quiere implantar para las carreteras españolas. O pago por uso -el peaje de toda la vida- o pago vía impuestos. También está la posibilidad de peaje en la sombra, que consiste en el pago, por parte de la Administración Pública a la empresa constructora o concesionaria, de un canon por cada usuario de la vía. Lo que es inapelable es que las carreteras requieren mantenimiento, y eso cuesta dinero.
En cualquier caso, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana es un hombre creativo y se le ha ocurrido que se podría cobrar peaje dependiendo del tipo de usuario que utilice la carretera en cuestión. “A los que no les queda otra, como los que van a trabajar, no tienes por qué gravarlos, pero a otros la circulación por estas vías les hace ser más competitivos en su actividad, ya que se benefician del nivel de infraestructuras”, ha afirmado este martes durante el Primer Simposio del Observatorio de la Movilidad, organizado por El Español e Invertia.
Es decir, no se puede cobrar lo mismo al que se marcha de vinos que al que va a trabajar. De hecho, actualmente no paga lo mismo un transportista que un particular.
En otras palabras, lo que propone Ábalos es un pago por uso, pero dependiendo del uso, lo que no deja de ser una medida de difícil implantación. De momento, sólo es una idea. Mientras tanto, el ministro continúa quitando peajes lo que está repercutiendo directamente en la conservación de las vías que cada vez están en peor estado.