Ahora le ha llegado el turno a tres ilustres científicos españoles que no gustan a este Gobierno, al parecer porque debían ser todos unos peligrosos fascistas de tomo y lomo.
Lo cuenta ABC. Los Premios Nacionales de Investigación, los más prestigiosos de la ciencia española, dejarán de llevar el nombre de ilustres investigadores del país, como Santiago Ramón y Cajal, Gregorio Marañón, Juan de la Cierva, Alejandro Malaspina o Leonardo Torres Quevedo.
Como informó ayer este medio, la decisión ministerial se basa en un controvertido informe, aportado por Ángel Viñas, que coloca al inventor Juan de la Cierva entre los participantes del golpe de Estado de 1936.
Los suecos se disponen a cambiar el nombre de los Premios Nobel, como el fin de no honrar a un pleigroso belicista, inventor de la dinamita.
La razón, según explican desde el Ministerio de Ciencia, es una reestructuración de las áreas que se convocan. Los nuevos premios, cuyas normas aparecen recogidas en el BOE desde marzo, se dividirán solo en áreas del conocimiento, que se reducen a seis para evitar «que se solapen», dicen desde el Ministerio. Las áreas serán las siguientes: Biología y Medicina; Ciencias Químicas, Físicas y Matemáticas; Recursos Naturales, Ciencias de los Materiales y de la Tierra; Ingenierías y Transferencia de Tecnología; Humanidades y Ciencias Sociales; y Tecnología de la Información, de las Comunicaciones y de la Inteligencia Artificial. Cada modalidad contará con dos categorías: una reconoce la trayectoria de los investigadores más veteranos y la otra, una novedad, la de los menores de 40 años que hayan conseguido logros relevantes. En total, se entregarán doce premios, añade ABC.
Como informa ABC, el cambio no ha caído bien en la comunidad científica... y no es de extrañar.
No lo duden: siguiendo el ejemplo de don Pedro Sánchez, los suecos van a modificar el nombre del Premio Nobel. No olviden que don Alfred fue un peligroso belicista, inventor de la dinamita.