Estamos en la semana tonta de Pedro Sánchez: justificar su ‘no’ a Podemos e intentar su ‘sí’ a Rivera. Porque en Bruselas, para que lo entiendan, sólo aceptan progres con corbata.

¿Cómo decirle no a Podemos pero que parezca un sí? ¿Cómo decirle sí a Rivera pero que parezca un no?

Oiga y a Rivera sí que le concedería el PSOE ese gobierno de coalición que le niega a Iglesias… patético Iglesias, personaje en busca de poder gubernamental ahora que su poder de partido toca a su fin.

Un problema personal: Sánchez desprecia a Rivera y Rivera no tolera el desprecio de Sánchez. El acuerdo no es fácil

Pero el problema es personal, muy personal. Entre Pedro Sánchez y Albert Rivera, que no se soportan. Sánchez desprecia a Rivera y Rivera no tolera el desprecio de Sánchez. Y ambos son dos espíritus tan frívolos como orgullosos.

En esa tesitura, resulta difícil el acuerdo, porque la cuestión no es política, es, volvamos a repetirlo, personal. Pero eso no quita que vuelva a insistir en lo mismo. Sánchez, digo… porque una cosa es pactar con el demonio –los neocomunistas de Podemos- en una comunidad autónoma o cuando se trata de llegar a la Moncloa mediante una moción de censura y otra, bien distinta, ser presidente del Gobierno y tener que ejercer de estadista con el coletas al lado.

Y no, oiga no, en el progre-capitalismo occidental no se admiten progres sin corbata. Progres sí, de cerebro vacío, a ser posible, pero con corbata. Progres sí, abortistas, entusiastas de la ideología de género, con el Estado dentro de la familia pero fuera del mercado, pero siempre, siempre, con corbata. Civilizados y aseaditos.

¿Cómo decirle no a Podemos pero que parezca un sí? ¿Cómo decirle sí a Ciudadanos pero que parezca un no?

La verdad es que urgencia no hay. No hagan caso de los grandes grupos multimedia, de izquierdas o de derechas. Nos va muy bien sin Gobierno, Pedro Sánchez ha detenido todas sus tonterías pendientes, empezando por la eutanasia y las medidas para asfixiar económicamente a la Iglesia. ¿Y la economía? Pus dando síntomas de desgaste pero, por el momento, funciona. Además, la globalización ha hecho que pocos países puedan evitar la crisis en solitario, Estados Unidos y pocos más. Y ellos no la evitan, la provocan.

Por si el escenario para la investidura no fuera ya complejo, el PNV, de vocación sus traiciones, sale a escena para “salvar” al compañero Sánchez. Ortúzar aseguraba el lunes que los separatistas vascos (sí, el PNV es separatista de corazón y unionista de cartera) están dispuestos a revivir el frentepopulismo la moción de censura con tal de salvar… al soldado Sánchez. Proetarras incluidos, indepes catalanes incluidos también. El Frente Popular de 1936 en toda su extensión.

El PNV, que también se nos ha vuelto progre, teme a la derecha progre de Ciudadanos, que ha hecho de la unidad de España, de la España progre, su bandera. El PNV también teme a Vox. No por españolista, sino porque es el único partido que no es progre y que obedece a los principios cristianos.

Pero si Rivera se conformara con ser vicepresidente hoy y no presidente mañana, no lo duden, Sánchez lo dejaría todo y se aliaría con él.

Por cierto, con Sánchez entre la derecha pagana de Cs y el frentepopulismo que desea resucitar el Ortúzar, ¿dónde está mejor un cristiano? La respuesta es: en ninguno de los dos, porque un católico está bien allí donde no esté Sánchez, el político más cristófobo de la España actual. Y Pedro Sánchez es el eje de ambos bandos.