El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el lehendakari, Íñigo Urkullu, acordaron ayer crear dos grupos de trabajo para estudiar el acercamiento de presos etarras a cárceles del País Vasco y analizar y negociar el traspaso de 37 competencias pendientes, según avanzó el presidente vasco tras la reunión que mantuvo con el jefe del Ejecutivo en el Palacio de la Moncloa, con la que se inició un ronda de entrevistas con los presidentes autonómicos.
Hoy, preguntado Sánchez, en rueda de prensa por lo del acercamiento de presos de ETA al País Vasco, ha respondido que la banda terrorista ha desaparecido tras ser derrotada por la democracia española y, en consecuencia, la política penitenciaria de los presos de la banda terrorista debe ser revisada: "Debemos aproximarnos de otra manera a una realidad completamente distinta”. En este tema, ha añadido el presidente, “no me escondo”. Es decir, que Pedro Sánchez paga la factura al PNV por su apoyo a la moción de censura: el acercamiento de presos etarras.
En este tema, ha añadido el presidente, “no me escondo”
Hoy publica ABC que las víctimas de ETA avisan a Sánchez de que «inundaremos las calles» si ese acercamiento se produce.
«El sufrimiento de las víctimas nunca puede salirle gratuito a un gobierno débil contra el terrorismo de ETA», denuncia Daniel Portero, presidente del colectivo «Dignidad y Justicia». «Inundaremos las calles contra un gobierno insensible como ya hicimos en 2005 en caso contrario», añade. Además, Portero también critica que se esté trabajando en acercamientos individuales «sin esclarecer ni uno de los 379 asesinatos sin resolver».
En este sentido, la presidenta de la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT), Maite Araluce, no apoya ningún cambio en política penitenciaria ni concesiones a los pistoleros: «Los presos deben colaborar con la justicia, es la única manera de saber si están arrepentidos o no».