El mundo vive una peligrosa escalada armamentística. Corea del Norte lanzó el martes dos proyectiles no identificados desde la provincia sur de Hwanghae hacia el mar, dijo el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, después de que la Cancillería norcoreana afirmara que los ejercicios militares conjuntos entre Washington y Seúl constituyen una violación de los acuerdos internacionales, informa Reuters.
Corea del Norte, que ha criticado los ejercicios conjuntos entre los aliados y la adopción de armas de alta tecnología, ha lanzado una serie de misiles y cohetes desde que el líder Kim Jong Un y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acordaron en la cumbre del 30 de junio retomar las estancadas negociaciones de desnuclearización.
Trump ha restado importancia a las pruebas y ha dicho que no rompen ningún acuerdo con Kim, pero las negociaciones aún deben reanudarse ya que analistas creen que los ensayos están diseñados para mejorar las capacidades militares de Corea del Norte y presionar a Washington para que ofrezca más concesiones.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos “seguirá observando la situación"
El Departamento de Defensa de Estados Unidos “seguirá observando la situación y está consultado de cerca con sus aliados en Corea del Sur y Japón”, dijo un portavoz de la cartera.
Pero la cosa no queda ahí. Porque el presidente de Rusia, Vladimir Putin, advirtió el lunes que Moscú se verá obligado a empezar a desarrollar misiles nucleares terrestres de alcance corto e intermedio si Estados Unidos hace lo propio tras abandonar un histórico tratado de control de armas, publica Reuters.
Washington se retiró formalmente el viernes del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio (INF, por sus siglas en inglés), tras determinar que Moscú lo estaba violando y ya había desplegado al menos un tipo de misil prohibido, una acusación negada por el Kremlin.
El pacto prohibía los misiles terrestres con un alcance de entre 500 y 5.500 kilómetros, reduciendo la capacidad de ambos países de lanzar un ataque nuclear en un corto plazo.
Putin se reunió el lunes con su Consejo de Seguridad y ordenó después a los ministerios de Defensa y Relaciones Exteriores, así como al servicio de inteligencia exterior SVR, que supervisen de forma estrecha cualquier paso que dé Estados Unidos para desarrollar, producir o desplegar misiles prohibidos en el ahora difunto tratado.
“Si Rusia obtiene información fiable de que Estados Unidos ha finalizado el desarrollo de estos sistemas y ha empezado a producirlos, no nos quedará otra opción que comprometernos con un esfuerzo a gran escala para desarrollar misiles similares”, dijo Putin en un comunicado.
Según dijo, ahora es esencial que Moscú y Washington reanuden las conversaciones de control de armas para impedir lo que calificó como el comienzo de una carrera armamentista “sin restricciones”.
“Para evitar un caos sin reglas, restricciones ni leyes, necesitamos evaluar una vez más todas las peligrosas consecuencias y lanzar un diálogo serio y significativo libre de cualquier ambigüedad”, comentó Putin.