El partido de Pablo Iglesias mantiene abierto el debate con el Gobierno acerca de la estatización de Bankia, pero sin ningún resultado hasta el momento. De hecho, en la formación morada han perdido toda esperanza y dan por hecho que Bankia será una entidad privada.
Algo parecido ocurre con el impuesto a las hipotecas. Después de que el Gobierno se pusiera al frente de la manifestación con el nuevo decreto, Podemos busca la manera de desmarcarse. Y lo ha escenificado este miércoles durante la sesión de control al Ejecutivo, en el Pleno del Congreso. En este caso, la protagonista ha sido la diputada Ione Belarra, que ha pedido la retroactividad de la medida, esto es, que los bancos paguen el impuesto de todas las hipotecas y no solo de las que se firman a partir de ahora. No hacer “es como decir a los ciudadanos que se aguanten”, ha señalado.
Ione Belarra ha pedido la retroactividad de la medida, esto es, que los bancos paguen el impuesto de todas las hipotecas
Como era de esperar, María Jesús Montero no ha hecho ninguna concesión. Lo que no era tan esperado era la defensa que ha hecho de los bancos, incluida Bankia. Efectivamente, la ministra de Hacienda ha pedido “no demonizar” de forma general a las entidades, que son “necesarias” en la sociedad. Y no solo Montero, la ministra de Economía también ha hablado de “no demonizar” a los bancos. “Se trata de un sector sometido a regulación y a supervisión nacional y comunitaria”, ha afirmado Nadia Calviño. Increíble: dos ministras socialistas, esto es, del muy progresista Pedro Sánchez, defendiendo a las perversas entidades.
Ni el Gobierno va a exigir la retroactividad del impuesto ni va a estatizar Bankia
Por su parte, y al hilo de este cruce de declaraciones, el presidente de Bankia ha señalado en un almuerzo con empresarios murcianos, que "es necesario preocuparse y ocuparse de la reputación del sector financiero porque es clave para el futuro de la socidad".
En resumen: ni el Gobierno va a exigir la retroactividad del impuesto ni va a estatizar Bankia. Un detalle: ninguno de los dos asuntos los lleva directamente Pablo Iglesias. Es la táctica de Podemos: el líder solo se apunta a aquellos asuntos que va a ganar o que piensa que puede ganar, en definitiva, a los éxitos. Los fracasos se los deja a los subordinados.