Según El País, el PP ha aceptado desbloquear la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) sin pedir el cambio de la ley para que todos los miembros de ese órgano sean elegidos por los jueces y no que una parte de la elección sea fruto de los pactos entre partidos. Los populares aceptan el modelo vigente. La reanudación del diálogo se ha producido a finales de julio. El cierre del acuerdo puede llegar en septiembre si ningún acontecimiento político lo impide.
Ni el PP ni el sector socialista del Gobierno se atreven a afirmar al cien por cien que habrá pacto, aunque sí lo dan como muy probable. El problema en las primeras conversaciones es el habitual: cuántos vocales puede proponer el PSOE y cuántos el PP. Los populares pretenden presentar a diez y que el PSOE presente a los otros diez y proponga además al presidente del Consejo y del Tribunal Supremo, con su visto bueno. El cálculo del Gobierno es otro, ya que quiere que Unidas Podemos y el PNV puedan proponer un candidato cada uno. Ciudadanos no participará en esta elección, añade El País.
El PP ha aceptado desbloquear la renovación del CGPJ sin pedir el cambio de la ley para que todos los miembros de ese órgano sean elegidos por los jueces y no que una parte de la elección sea fruto de los pactos entre partidos
Como recuerda El País, el órgano de gobierno de los jueces se encuentra en funciones desde hace un año y ocho meses. En noviembre de 2018, el PP interrumpió la negociación para la renovación cuando ya estaba muy avanzada y ellos y los socialistas tenían ya el reparto casi hecho. El parón se produjo después de que trascendiera un mensaje de WhatsApp del entonces portavoz del PP en el Senado, Ignacio Cosidó, en el que explicaba a los parlamentarios de su partido que el acuerdo era muy ventajoso para los populares porque les permitiría controlar “por detrás” la Sala Segunda (Penal) del Tribunal Supremo. Como presidente del CGPJ se proponía al magistrado Manuel Marchena, presidente de esa Sala, que se sintió de inmediato concernido por esa posición partidista y declinó ser propuesto. La reacción del PP fue romper la negociación y pedir un cambio de la ley para que todos los miembros del Consejo los decidan los jueces y no dejen para los partidos la elección de ocho de los 20 vocales.
Así que, como siempre, el PP, fiel a sus principios. Pero si no le gustan, tengo otros…