- No quieren poner más dinero ni diluir su participación en la nueva sociedad.
- Sugieren prorrogar los créditos participativos o transformar en participativos los créditos que actualmente no lo son.
- Pero la banca lo tiene claro: el futuro de la pesquera pasa por una ampliación de 500 millones.
- Y son lentejas: si no acuden, los antiguos accionistas verán diluida su participación actual del 20%.
El culebrón Pescanova no ha terminado aunque lo cierto es que la salida del túnel está cada vez más cerca. ¿Qué ha ocurrido este viernes? Que
los accionistas de la antigua Pescanova han anunciado que impugnarán la ampliación de capital de 500 millones prevista por el nuevo equipo de la compañía, capitaneado por
Jacobo González-Robatto e
Ignacio González Hernández.
En el
hecho relevante remitido a la
CNMV, en el que convocan Junta General de Accionistas para el próximo 20 de septiembre, los Fernández de Sousa, Masaveu y Cía han manifestado su rechazo -por otra parte conocido- a la medida adelantada por
Hispanidad. En definitiva, no quieren poner más dinero ni diluir su participación en
Nueva Pescanova.
Y para evitarlo, sugieren prorrogar los créditos participativos existentes -así se reforzarían los
fondos propios de la compañía- o transformar en participativos los créditos que actualmente no lo son. Aseguran que "esta modalidad de refuerzo de fondos propios evita la dilución inmediata de los accionistas actuales de Nueva Pescanova y es menos onerosa para los acreedores concursales que la capitalización de sus créditos".
Pero la banca, que posee el 63% de
Nueva Pescanova y no piensa poner un euro más y capitalizará deuda, lo tiene claro:
el futuro de la pesquera pasa por una ampliación de 500 millones de euros.
Y son lentejas: si no acuden, los antiguos accionistas, capitaneados por Manuel Fernández de Sousa (7,5% de la antigua Pescanova),
Carolina Masaveu (7,13%),
Damm -Demetrio Carceller- (6,20%) y el fondo Luxempart (5,84%) verán diluida su participación actual del 20%.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com