El laboratorio Pfizer ganó 9.616 millones de dólares en 2020, un 41% menos que el año anterior.

Sus ingresos llegaron hasta los 41.908 millones, un 2% más.

La mitad de las ventas han correspondido a productos oncológicos (casi 11.000 millones de dólares, con un crecimiento del 21%) y de medicina interna (9.000 millones, un 2% más). La división de vacunas ingresó unos 6.500 millones (2% más) y la de mayor proyección fue la de enfermedades raras, que creció un 29% hasta casi 3.000 millones.

La mejoría en sus cifras comenzó en el cuarto trimestre de 2020, incluyendo las primeras ventas de la vacuna anticovid (154 millones de dólares). Entre octubre y diciembre, obtuvo unas ganancias de 594 millones, revirtiendo las pérdidas de 337 millones que sufrió en el mismo tramo de 2019, y facturó 11.684 millones, un 12 % más interanual.

Su consejero delegado, Albert Bourla, explicó que "cada vez es más probable que el flujo de ingresos de la vacuna de covid-19 sea duradero" por dos razones: la necesidad de vacunar "regularmente" para mantener "altos niveles de inmunidad" y "contraatacar" la potencial "amenaza de cepas emergentes".

Y es que su vacuna de dos dosis y tecnología mRNA desarrollada en conjunto con la farmacéutica alemana BioNTech, que tiene una eficacia del 95 %, le generará este año a Pfizer unos ingresos de 15.000 millones de dólares (unos 12.460 millones de euros), según estimó en un comunicado.

Las previsiones de facturación anuales de Pfizer se sitúan entre los 59.400 y 61.400 millones de dólares, una cifra que refleja "la recuperación continuada de la actividad macroeconómica y sanitaria en 2021 a medida que más población se vacuna contra la covid-19", teniendo en cuenta el ritmo de contagio actual y el calendario de acceso a las vacunas.