• A la farmacéutica americana le encanta el oligopolio, a pesar de los intentos fallidos con AstraZeneca (2014) y Allegran (2015).
  • Con esta última, irlandesa, no pudo porque cantaba demasiado: lo que quería era pagar menos impuestos con otro domicilio fiscal.
  • Pfizer, como otras del sector, tiene un problema: su negocio se estanca por la expiración de patentes y necesita nuevos fármacos.
  • Y eso es precisamente lo que le aportará Medivation, especialmente contra el cáncer de próstata.
La multinacional farmacéutica americana Pfizer vuelve a la carga. Es la segunda del mundo, después de Johnson &Johnson, pero quiere más. Y ahí está la clave del acuerdo para adquirir la firma biotecnológica Medivation. La oferta es enorme: 14.000 dólares, unos 12.396 millones de euros. Ahora le toca esperar al visto bueno de los reguladores. El principal atractivo de la compra para Pzifer es alimentar su cartera de medicamentos oncológicos (es lo que va a heredar). La farmacéutica incorporará desde ya a su paquete, en concreto, el Xtandi, un fármaco contra el cáncer de próstata que ingresó en 2015 unos ingresos de 2.000 millones de dólares. Y es que los tratamientos contra el cáncer son un negocio goloso y más para Pzifer, que ya comercializa Ibrance, un medicamento que combate el cáncer de mama. A ver qué dicen ahora los reguladores, sobre todo si tenemos en cuenta que Pzifer acumula dos derrotas en su estrategia de expansión internacional. En 2014, lo intentó con la británica AstraZeneca, que no se dejó comprar. Y en 2015, se lanzó sobre la irlandesa Allegran, operación frustrada finalmente en abril de este año. El fondo de esta operación era demasiado oscuro: lo que pretendía era ser la primera del sector, pagando, encima, menos impuestos, aprovechando el domicilio fiscal de Allegran en Irlanda. Mucho morro. El Tesoro de EEUU le puso demasiadas pegas y desistió. Así las cosas, es cierto que da un paso más para crecer. A Pzifer, como al resto de las compañías del sector farmacéutico, les encanta el oligopolio. Y es que todas ellas, además, tienen el mismo problema: la expiración de patentes de medicamentos con los que se han forrado, recontando el margen de ingresos y de rentabilidad. ¿Soluciones? Tres: invertir en I D para encontrar fármacos más eficaces (o específicos) -pero eso es muy caro y a largo plazo-, inventarse enfermedades o comerse a otro para no tener que invertir. Es lo que ha hecho Pzifer, que ganó sólo un 1% en primer semestre de este año, con Medivation. Daniel Esparza