Es lo que presuntamente caracteriza a estos dos detenidos y conniventes.
- Ausbanc se dedicaba, presuntamente, a la extorsión directa.
- Mientras que Manos Limpias pretendía limpiar el país de corruptos.
- Eso sí, Pineda un pasado violento mientras Bernad era más leguleyo.
- En todo caso, ha habido muchas empresas e instituciones que han pasado por el aro.
Es una de las noticias de este viernes: la detención de
Miguel Bernad y de
Luis Pineda Salido (
en la imagen, de izquierda a derecha), esto es, del secretario general y líder de
Manos Limpias y del presidente de
Ausbanc,
respectivamente. Se da la circunstancia de que a
Pineda Salido le han detenido en la estación de Atocha de Madrid, nada más llegar de la Feria de Abril de Sevilla. Dos horas antes había escrito en su Twitter: "Nadie me ha detenido". Cierto, aún tenía que esperar hasta las 11:15.
En cualquier caso, lo que caracteriza a estos dos personajes detenidos y conniventes es la utilización de la justicia como chantaje. Ojo, siempre presuntamente hasta que el juez no diga otra cosa. Es la utilización de la Administración de Justicia para la extorsión y ambas cosas son muy feas y absolutamente censurables.
Una diferencia entre las dos organizaciones: mientras
Ausbanc se dedicaba, presuntamente, a la extorsión directa,
Manos Limpias pretendía limpiar el país de corruptos. Por lo que se ve, también presuntamente. Entre los dos líderes también hay una diferencia esencial:
Pineda Salido tiene un pasado violento. Ojo, y esto no es presuntamente, sino con condena firme. Más tarde fue amnistiado.
Pues bien, mientras
Pineda Salido asaltaba la casa de una marquesa, pistola en mano, y no dudaba en golpear a la señora con la culata del arma,
Bernad se entregaba a tareas más leguleyas. Fue letrado del Ayuntamiento de Madrid para luego entrar en política gracias a Blas Piñar. Despúes de varios intentos en varios partidos, todos fallidos –los partidos y los intentos- fundó el sindicato
Manos Limpias en mayo de 1995.
Para ello,
Bernad se inspiró en el proceso judicial italiano llevado a cabo en 1992 por el entonces fiscal general italiano, Antonio Di Pietro, y conocido como
Mani pulite. Gracias a este proceso se descubrió una red de corrupción extensísima en la que estaban implicados, además de importantes empresas, todos los grandes partidos políticos del país.
Sea como fuere, en algún punto del camino,
Pineda Salido y
Bernad coincidieron y decidieron ligar su futuro profesional, personal y extorsionador. Este último, muy presunto. De hecho, las sedes que ambas organizaciones tienen en Madrid están muy cerca. La de
Ausbanc, en la esquina de la calle Marqúes de Urquijo con el Paseo del Pintor Rosales. La de
Manos Limpias, en la calle Ferraz. Por supuesto, hablamos de una de las mejores zonas de la capital.
El uno y el otro han logrado, a lo largo de los años, que multitud de empresas e instituciones pasen por el aro. Según los investigadores,
Ausbanc no era, en realidad, una asociación sin ánimo de lucro (Asociación de Usuarios de Servicios Bancarios). Todo lo contrario: "Su único objetivo era obtener beneficios para sus dirigentes utilizando como pantalla la protección de los consumidores de banca", señalan.
Además,
Pineda Salido presionaba a las entidades financieras: les exigía financiación, enmascarada bajo convenios publicitarios, a cambio de proporcionarles una publicidad que les fuera favorable. Y como añadido, también les ofrecía rebajar las pretensiones de sus asociados ante determinadas demandas, o incluso archivarlas, aunque fuera en contra de los intereses de sus clientes. Todo, según los investigadores.
¿Dónde está en nexo entre Ausbanc y Manos Limpias? En que la primera utilizaba al sindicato para ejercer la acusación particular. Por cierto,
Ausbanc financia a
Manos Limpias. La pinza era de lo más efectiva: presionaba a la entidad que fuera con la personación, en determinadas causas, como parte de
Manos Limpias, para luego negociar su retirada si accedían al chantaje (presunto).
Luego está el asunto de las subvenciones públicas recibidas por
Ausbanc. También están siendo investigadas ya que se sospecha que no reunía las condiciones para obtenerlas.
Pineda Salido y
Bernad, dos hombres y un destino (aún presunto): el banquillo de los acusados.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com