Según publica La Razón, será la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, afín a Pablo Iglesias quien recoja su testigo a nivel orgánico a cargo de la Secretaría General del partido. Para ello, el partido ha convocado un Vistalegre IV -Asamblea Ciudadana Estatal- de manera exprés que la semana pasada fue entendida como una maniobra rápida con el fin de que, de cara a la renovación de liderazgos se estrechasen las posibilidades de que los sectores críticos pudieran disputar el liderazgo a Belarra.
Las condiciones de cara a la presentación de candidaturas, presentadas recientemente por el partido apuntan al blindaje total a la candidatura de Ione Belarra. Si bien para el Vistalegre III –proceso en el que Pablo Iglesias fue reelegido como secretario general por tercera vez– los aspirantes solo debían reunir 150 avales y 100 quienes aspirasen a formar parte del Consejo Ciudadano Estatal, un solo año después, con Vistalegre IV, el partido ha triplicado estas cifras. Quienes se presenten como candidato deberán contar con al menos 500 avales personales de personas inscritas en Podemos y quienes quieran formar parte de la dirección, al menos 300 firmas. Esto nos recuerda, por ejemplo, a los avales para ser presidente del Real Madrid de ¡Oh, Capitán mi capitán!: los candidatos a la presidencia y miembros de la Junta Directiva del Real Madrid debían presentar un preaval bancario que garantizara el equivalente al 15% del presupuesto general de gastos del club. Con el presupuesto para la temporada 2020-2021 como referencia, ese preaval para estas elecciones sería de 124 millones de euros.
De vuelta a Podemos, publica La Razón que con estas nuevas condiciones, el partido cierra el paso a cualquier presentación de alternativa a la propuesta oficial ya de la dirección nacional actual, encabezada por Irene Montero, Pablo Echenique, Rafa Mayoral o Noelia Vera entre otros, quienes apuestan por un liderazgo continuista tras la marcha de Iglesias, aunque, eso sí, a partir del próximo mes de junio, los liderazgos en el partido pasarán a ser más corales. Aunque sea Belarra la próxima secretaria general, en la formación se plantea un tándem entre la ministra de Derechos Sociales y la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien seguirá siendo la número dos. Ambas tendrán el control interno, mientras que la vicepresidenta tercera Yolanda Díaz ejercerá el rol de líder de Unidas Podemos.