• Según Saracho, no se trataba de un mandato de venta sino de una asesoría.
  • Y el BCE advierte: quiere una solución antes del 30 de junio.
  • Mientras la red no vende créditos y hay salida de depósitos.
  • El Popular es una víctima de JP Morgan y de la indolencia del Gobierno Rajoy.
  • Y Saracho no era el hombre para reflotar el que fuera el banco al por menor más rentable del mundo.
Como estaba previsto, el pasado martes terminaron la ultra rápida subasta del Popular, con tres propuestas (BBVA, Santander y Bankia) que fueron entregadas a las 18,30 horas. Ahora bien, empezando por el final, el Consejo del Popular tomó su decisión definitiva de venta el pasado miércoles 10, en un consejo que se presumía tan ultra rápido como la subasta y que acabó siendo largo, enrevesado y, sobre todo, bronco. ¿Por qué? Pues parece claro. El presidente, Emilio Saracho, propuso que fuera su antiguo banco -del que todavía no sabemos si ha concluido su labor profesional en materia de bonus y diferimientos- quien liderara la venta del Popular. Bueno, él no habló de venta sino de un contrato de asesoría… que ya venía ejerciendo. Y hubo consejeros que se resistieron. Los argumentos venían a ser estos: ¿Acaba usted de salir de la Morgan, le hemos pagado 4 millones de euros en concepto de mudanza y le da negocio a Morgan? ¿Vino usted para sanear, fichó a Ceo especialista en banca doméstica, Nacho Sánchez-Asiaín, que debe andar cruzado de brazos, y ahora resulta que vendemos a toda prisa? Y la solución Popular debe estar lista para el 30 de junio, ¿Cuánto va a cobrar usted por menos de seis meses de trabajo? Y es que la  historia de Saracho es ésta: 1.Vino al Popular a sanear pero no ha dedicado ni un minuto a sanear. Si pensamos mal era porque ya tenía vendedor y, entrando en terreno peligroso, habría hecho todo lo posible (por maldad o negligencia) para que al comprador le saliera barato. El Popular ha iniciado su venta con una capitalización por debajo de los 3.000 millones, una miseria. Respuesta de Guindos: Para vender no te necesitábamos campeón. Y lo habría vendido yo. O Ron. 2.Saracho hizo el paripé de fichar  a Sánchez-Asiaín y reflotar la entidad para un saneamiento al que no parece haber dedicado ni un minuto. De esta forma, tensa la situación, retirada de depósitos incluida, para forzar la venta como única salida. Finalmente lo consigue. Intenta colocarlo al Santander pero este se resiste al BBVA, pero ahí se niega Guindos. 3.Se precipitan los acontecimientos. Morgan, el ex  banco de Saracho, hace negocio pidiendo a los cinco grandes bancos que hagan una oferta. La hacen tres: un Santander muy presionado (lo que realmente quiere es Unicaja y, a más a más, el Sabadell), BBVA y, atención, Bankia, donde, tan sólo dos semanas antes se negaba cualquier interés. La red se está depreciando. Sencillamente no vende créditos porque no sabe qué vender y encima hay retirada de depósitos. Lo peor no es que se venda el Popular: es que se malvende. El Popular es una víctima de JP Morgan y de la tibieza del Gobierno Rajoy. Y Saracho no era el hombre para reflotar el que fuera el banco al por menor más rentable del mundo. A ello se une la indolencia del Gobierno Rajoy, la misma que está teniendo con el caso Atlantia-Abertis. Eulogio López eulogio@hispanidad.com