Hablábamos ayer de la declaración de José María Arias Mosquera ante el juez José Luis Calama por el caso Popular. El que fuera presidente del Pastor y luego vicepresidente del Popular se quejó de la ampliación de capital de 2.500 millones que realizó el banco en 2016 pero, al parecer, omitió algunos detalles. Por ejemplo, que la operación fue analizada durante tres horas que duró el Consejo de Administración que la tenía que aprobar y en el que él estuvo presente, naturalmente.
Tampoco mencionó que el responsable de UBS, Javier Oficialdegui, invitado a la reunión, disipó todas las dudas de los consejeros acerca de la ampliación. ¿No será demasiado?, le plantearon, a lo que el directivo del banco suizo respondió que no, que todo iba a salir bien y que era el momento de lanzar la operación. Tan seguro estaba del éxito, que UBS se comprometió a asegurar el cien por cien de la emisión.
Por aquel entonces, Oficialdegui trabajaba bajo las órdenes de un tal Andrea Orcel, que luego se postuló como CEO del Santander.
Por cierto, por aquel entonces, Oficialdegui trabajaba bajo las órdenes de un tal Andrea Orcel, que luego se postuló como CEO del Santander. Su desembarcó se frustró después de que en el banco español se percataran de que el objetivo del italiano, con el respaldo de los fondos, era hacerse con el poder dentro de la entidad.
Naturalmente, Sebastián Albella fue otro de los que apoyó con entusiasmo la ampliación de capital. Ahora, como presidente de la CNMV, analiza una posible manipulación en las cuentas.
Arias Mosquera y Reyes Calderón comparten bufete de abogados: Oliva-Ayala. Tal vez por eso, el ex del Pastor no mencionó el papel destacado de la ex consejera en el proceso que desembocó en el relevo de Ángel Ron por Emilio Saracho. En su lugar, Arias Mosquera aseguró en sede judicial que “muchos consejeros dominicales se sintieron defraudados por el hecho de que Ron no dejara sus funciones ejecutivas” tras la ampliación de capital y después de que, según Arias, el Consejo le sugiriera que diera un paso atrás.
Efectivamente, tres fueron los consejeros que pidieron la renuncia de Ron: Reyes Calderón, Antonio del Valle y Helena Revoredo. Sí, Calderón y Revoredo se pusieron de acuerdo para ningunear a Ana María Molins en la Comisión de Nombramientos del banco y urdir el cambio sin informar al Consejo de Administración. Esa era la enorme oposición a Ron citada por Arias ante el juez: Del Valle, Calderón y Revoredo.