- Estudia, pero no concreta, soluciones para los clientes que acudieron a la última ampliación y lo han perdido todo.
- Pero hay también muchos directivos y empleados que hicieron lo mismo con créditos del propio Popular.
- No sólo han perdido, sino que tienen ahora la herencia envenenada de pagar intereses por algo que ya no vale nada.
- La lista de agraviados es larga: en la Sindicatura de Accionistas (9,6%) también había pequeños accionistas. Pero, sobre todo, directivos, empleados y familias tradicionales del Popular.
- Entre los grandes titulares de acciones, el mexicano Antonio del Valle (4%), sigue sin decir esta boca es mía. Curioso.
- En el pasado, el Santander compensó a algunos, perdedores por la estafa piramidal del Bernard Madoff.
Entre los accionistas del
Popular (más de 300.000) que lo han perdido todo hay también clientes de ese banco que acudieron a la última
ampliación de capital (la de 2016, por 2.500 millones) con créditos de la propia entidad. Y dice el
Santander que estudia algún tipo de compensación, todavía sin concretar, según
José Manuel Cendoya, vicepresidente de Santander España. Pero ojo, entre esos accionistas hay muchos
empleados y directivos de la propia entidad, no sólo clientes, además de grandes accionistas.
Se trata, en fin, de un
apunte clarificador, no menor, que añade otro
fleco de suspense al modo con el que el Santander
se ha hecho por un euro con el quinto banco español. La apreciación de Cendoya, en cualquier caso, invita a pensar en otros muchos
damnificados, no sólo clientes, para los que no ha habido mención alguna, lo cual también tiene su aquel.
Cendoya se ha referido a los pequeños accionistas que no sólo han perdido su inversión, sino que además soportan una
herencia envenenada que tienen que pagar: préstamos. Y está claro que el propósito es no perderlos como clientes también del Santander,
que ha dado un salto cualitativo de red en toda la geografía española.
Obviamente,
no lo ha dicho con esas palabras, en
declaraciones a la COPE, sino aludiendo a lo ya anunciado en ese sentido por
Ana Botín -"pequeños accionistas que son clientes del banco y que fueron a la ampliación"- y concretando, sin concretar, que "en los próximos días podremos ser más concretos".
El Santander
no quiere perder clientes, pero ha engullido, en paralelo, a los 12.000
empleados actuales del Popular, con los que también tendrá que contar y a los que también habrá que incentivar y ese tipo de cosas. Han sido una pieza clave del engranaje del Popular.
Esos empleados, de momento,
sólo se han encontrado con que la absorción supondrá un ajuste de 3.000 empleos. Y, desde otro foro, un mensaje de ánimo a sus 100 principales
directivos por parte del responsable de banca comercial de Santander España,
Rami Aboukhair, experto, además, en
banca doméstica.
Es de suponer que el ajuste
no afecte sólo al Popular, sino también al
Santander. La duplicidad de oficinas en barrios o pueblos puede ser la
ocasión pintada para los
malos propios, cosa que se verá al analizar las cuentas de las sucursales.
Hay clientes que
acudieron a la ampliación de capital y también directivos y empleados, en los dos casos con la misma pesadilla:
su inversión no vale nada.
Y además, también acudieron a la ampliación de capital otros accionistas -pequeños y grandes-
agrupados o por libre, y en los dos casos también con préstamos del banco.
Entre los afectados están los incluidos en la
Sindicatura de Accionistas, que tenían un 9,6% del banco. La mayor parte, formada por directivos y empleados y en menor medida (menos del 2%), por las familias tradiciones del banco, agrupadas en
Unión Europea de Inversiones (UEI)... una sociedad hoy llamada a la liquidación.
Y estaban además otros accionistas como el mexicano
Antonio del Valle (4%), ya ex consejero y una de las personas claves, por la guerra que ha dado, para entender todo lo que ha ocurrido en el
Popular en el último año. Sorprendentemente, no ha dicho esta boca es mía desde que el Santander se ha hecho por un euro con el banco, y eso que se dejó 100 millones en la última ampliación.
Del Valle es uno de los principales responsables de los males del
Popular, de echar a
Ángel Ron, de buscar a su sustituto Saracho, de insistir en que no obtenía la rentabilidad adecuada... Ahora está calladito. Qué curioso.
Viene al recuerdo estos días, también el
caso Bernard Madoff y su sonada estafa piramidal (2008). Sacudió al Santander, su principal comercializador en España. Ese fraude afectó también a
pequeños y grandes inversores del Santander, que perdieron su dinero. No obstante, el banco ignoró a los pequeños y resarció parcialmente a los grandes, con distintas fórmulas, como
preferentes perpetuas rescatables a los 10 años o
depósitos subordinados a 30 años, en dos casos con interés del 2% anual. Algunos clientes no aceptaron la propuesta de compensación y denunciaron y ganaron.
Rafael Esparza