Con su estilo habitual: ni una palabra más alta que otra, con memoria de elefante y alérgico a los juicios personales… ¡pero menudo repaso le ha dado a Saracho!
Higuera fue vicepresidente del Banco Popular y en el tramo final, presidente de la Comisión de Auditoría. En el Beatriz aseguraban que se sabía “la memoria (del Popular) de memoria”.
En cualquier caso, en la mañana del martes 8 aparecía por la Audiencia Nacional, ante el juez José Luis Calama, apenas días después de que hiciera el paseíllo el expresidente Emilio Saracho.
Higuera considera que los 2.500 millones conseguidos por el Popular en la ampliación de 2016 suponían más de lo que exigía el regulador y menos de lo que pedían los mercados
Por cierto, que en su comparecencia, don Emilio aseguró que “los gobernadores (de los bancos centrales) no conocen sus bancos”. El juez pareció muy interesado por tan curiosa afirmación, tanto o más que por el hecho de que Saracho sólo llevara un papel a lo que se suponía una detallada exposición: el papel según el cual se había querellado contra El Confidencial. Curioso, porque su Señoría había insistido en conocer cuál era el origen de las filtraciones de El Confidencial con noticias tremendas acerca de la ruina del barco, que luego se demostraron falsas pero que dieron una coartada a la intervención.
Volvamos a Higuera, quien considera que los 2.500 millones conseguidos por el Popular en la ampliación de 2016 suponían más de lo que exigía el regulador y menos de lo que pedían los mercados.
¿Que el problema del Popu eran los inmuebles y que además estaban mal tasados, quizás interesadamente mal tasados? Pues Higuera recuerda que durante el último año se habían vendido 2.000 millones de euros en inmuebles con una plusvalía superior al 3%.
¿Que el presidente, Ángel Ron, tuvo que cesar al perder el apoyo del Consejo? Higuera dice que no, que tenía el apoyo de la mayoría del Consejo. Y para dar la puntilla a Saracho, asegura que el enemigo de Ron, el mexicano Antonio del Valle, no debía pensar eso, dado que invirtió 500 millones de euros y preparaba una ampliación de 1.500 millones para hacerse con el control total.
Entonces, señor Higuera, ¿por qué Saracho no continuó con una recuperación que usted asegura que funcionaba tan bien? Pues porque Saracho no quería sanear el Popular, quería venderlo: “Es un banquero de inversión prestigioso” sentenció Higuera con un halago que es toda una puntilla.