- Ángel Ron puso dos condiciones para marcharse: que el banco se mantuviera independiente.
- Y seguir el plan Sunrise.
- El nuevo presidente llega con el compromiso de cumplirlas.
- Nervios en el Popular: Saracho se ha saltado la primera línea directiva y acude directamente a la segunda.
Emilio Saracho llega al Popular -el 20 de febrero será nombrado oficialmente, en una Junta General Extraordinaria de Accionistas- después de 19 años en
JP Morgan Chase, banco en el que ha logrado llegar a lo más alto. Sin duda, el suyo es un curriculum envidiable que también incluye dos etapas en el
Santander.
Concretamente, a mediados de los años ochenta, coincidiendo con el nombramiento de
Emilio Botín como presidente, lideró la división de
banca de inversión del recién creado
Banco Santander de Negocios. Su paso por la entidad cántara culminó con el nombramiento de director general adjunto y responsable de
Grandes Empresas, en 1989, cargo que ocupó durante un año. En 1990 le fichó
Goldman Sachs como corresponsable de las operaciones españolas y portuguesas, lo que le obligó a trasladarse a Londres.
Aquello duró cinco años, porque en 1995 aceptó una nueva llamada del Santander para hacerse cargo de la
banca de inversión (Santander Investment) a nivel global. Pero su segunda aventura en el banco cántabro terminó tres años después, cuando JP Morgan le fichó como presidente para España y Portugal.
En total, la relación profesional entre
Saracho y el Santander ha durado cerca de diez años. ¿Podemos pensar, entonces, en una fusión
Popular-Santander? Colaboradores cercanos del propio Saracho
insisten a Hispanidad que no, que su objetivo es reflotar el banco y mantener su independencia.
Precisamente, esa fue una de las condiciones que puso
Ángel Ron para marcharse: el banco debía continuar en solitario. Ese había sido, además, el empeño constante del
Consejo de Administración del Popular. Por eso, llamaría mucho la atención que ahora, con Saracho al frente, el Consejo cambiara de parecer.
Otro punto que sigue llamando la atención es que cambie el presidente pero
no el plan trazado por el anterior. Si Sunrise sigue adelante, ¿
por qué sustituir a Ron, responsable del proyecto? En cualquier caso, fue otra de las condiciones que puso Ron antes de
firmar su finiquito.
En este contexto, crece el nerviosismo en el banco:
Saracho se ha saltado la primera línea directiva y está acudiendo directamente a la siguiente en el escalafón.
Pablo Ferrer
pablo@hispanidad.com