- El fondo Rhône Capital no quiere pagar lo que pide por el 75% del negocio editorial, que cada vez vale menos.
- Además, Portugal complica la venta de Media Group a Altice por problemas de competencia (320 millones).
- PRISA necesita liquidez para resolver la deuda financiera y que se le echen encima los acreedores.
- Y el fondo Amber (con Alierta dentro) está dispuesto a pujar y espera a que se desinfle el problema catalán.
- Y a todo se suma la presión en bolsa, con nuevas caída, cuando ha perdido la mitad de su valor en un año.
Decíamos ayer que
César Alierta volverá a pujar por PRISA el 2 de octubre, después de que la
movida provocada por el
referéndum catalán se desinfle. Y no ha sido posible antes, así son las cosas, por el
imperativo de Soraya para dejar en paz a Cebrián. Pero el proceso se complica -o sea acelera, ya me entienden-, si finalmente, como parece, el fondo
Rhône Capital ofrece menos de 1.300 millones por el 75% de
Santillana. Lo que está en juego es la propia continuidad de Cebrián. Y todo esos se añade la presión en bolsa, donde el valor vuelve a caer,
un suma y sigue desde hace un año, en el que el valor ha perdido la mitad (de 5,7 euros la acción a 3,11 que cotiza ahora).
El problema de PRISA tiene un nombre,
liquidez, que es lo que necesita para salvar su
desequilibrio patrimonial. Para ello necesita vender más caro Santillana y poder repagar así la
deuda financiera del grupo, que asciende a 1.546 millones hasta junio, y de ellos, 956 millones (en manos de
hedge funds) los tiene que amortizar antes de un año. ¿Problemas? Que el fondo
Amber, donde está
César Alierta, y los herederos de
Jesús Polanco (17,5%) no quieren vender a cualquier precio por lo que dependen la editora de
El País de esos ingresos.
Y a eso se añade otro problema, el veto de las autoridades portuguesas de Competencia (
Anacom) a la venta de
Media Capital, por 320 millones, a la operadora americana
Altice, con la que Cebrián ya tenía un acuerdo en junio.
El
fondo Amber, en el entretanto, que controla el 19% del Grupo Prisa y en el que está Alierta como accionista, ha propuesto una ampliación de capital de 240 millones (el 100% de lo que vale el grupo) para aumentar los
fondos propios y contener a los acreedores bancarios (
Santander,
Caixabank y
HSBC), convertidos en
accionistas obligados, como
Telefónica (13%).
Y es que ni con
Santillana más Media Capital (con la poda correspondiente de la Competencia lusa; el dictamen definitivo es el próximo) es suficiente para afrontar con éxito la
deuda financiera de marras de PRISA (1.546 millones), como ponen de relieve los analistas de
Bankinter.
La opción de vender Santillana a
Rhône Capital era la preferida por
Janli,
que se agarra a todos los clavos para salvar su sillón, como
servirse del sunita Abu Dhabi o el pro-iraní Qatar, las dos ramas del islam, pero todo se acelera. En concreto, el próximo consejo de PRISA es el viernes, 29 de septiembre. Todas las posibilidades estarán abiertas en esa reunión.
Rafael Esparza