• La policía gala abate a los dos yihadistas de la masacre en 'Charlie Hebdo' y libera al rehén que retenían.
  • La otra operación que mantenía en vilo al país, el asalto a un supermercado judío, acaba con el islamista y cuatro rehenes muertos.
  • Las televisiones retransmiten prácticamente en directo y durante ocho horas la tensión en los dos trágicos escenarios.

Los ataques yihadistas en Francia han provocado, además de las tragedias conocidas, una psicosis generalizada en el país. Y no es de extrañar. Para quien haya seguido los acontecimientos por televisión ha sido un día indefectiblemente trepidante. En algunas cadenas se ha visto prácticamente un directo de ocho horas, con toda la tensión posible, con un único país en el foco, Francia, y con dos cámaras orientadas permanentemente sobre dos escenarios: la localidad de Dammartin-en-Goële, a unos 40 kilómetros de París, y un pequeño supermercado judío de la capital gala, donde se había atrincherado otro islamista con rehenes.

En Dammartin han sido finalmente abatidos, en una operación policial sin precedentes, los dos hermanos de origen argelino que huían a la desesperada tras asesinar el miércoles a 12 personas en el ataque a la revista 'Charlie Hebdo'. Los hermanos Kuachi, Chérif y Said, retenían a un rehén que fue puesto finalmente a salvo, aunque tres policías resultaron heridos. El asalto comenzó a las cinco de la tarde. Fue a esa hora cuando se escucharon los primeros tiros y explosiones, después de un cerco policial de ocho horas. Eso sí, al más puro estilo de la yihad, ambos habían asegurado, después de un primer tiroteo: "Queremos morir como mártires". O sea, morir matando

Paralelamente, en el otro escenario, una tienda de alimentos 'kosher' (judío) en Vincennes, en el este de París, el balance ha sido más desafortunado. Tras el asalto policial, han muerto al menos cuatro de los rehenes que permanecían retenidos desde por la mañana, además del secuestrador, Amedy Coulibali, que estaba armado con un Kalashnikov y otro fusil de asalto.

La realidad es que el yihadismo está provocando una psicosis no sólo en Francia, sino en toda Europa. Y también en España. Ayer jueves, sin ir más lejos, fue paralizado durante una hora el metro madrileño, en la estación de Nuevos Ministerios, por un paquete en el que ponía 'Storm' (tormenta) en inglés. Alguien dio la voz de alarma, que sólo solucionó la acción de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Andrés Velázquez

andres@hispanidad.com