El déficit público a 30 de septiembre se ha disparado un 14% en especial por el aumento de los gastos, a pesar de que aumentan también los ingresos por impuestos. Es el radiografía de la gestión socialista, gastos disparados que se intentan paliar con más impuestos, de los que la sociedad se defienden como puede. Al final, más déficit y más deuda.
Es verdad que el Estado ha reducido su déficit pero también acumula más compromisos. Y, en cualquier caso, el gasto de las comunidades autónomas se dispara de nuevo.
Seguridad Social. Otra radiografía típica de PSOE. Por un lado, aumentan las cotizaciones en un 8%, entre otras cosas por la subida del salario mínimo, que es una buena medida. Por otro, la subida de las cotizaciones anexas al SMI resultó una pésima medida. Pudo hacerse lo uno sin lo otro… pero el caso es que no se hizo.
Y sobre todo, el déficit acumulado de la Seguridad Social, en una sociedad envejecida con una factura mensual de pensiones (por 14 pagas) que se aproxima a los 10.000 millones de euros mensuales, sencillamente el sistema es insostenible. Pero al Gobierno Sánchez, y a sus ministras María Jesús Montero y Magdalena Valerio, les conviene mantener el artificio.
En todo caso, el PSOE se vuelve a mostrar, como en tiempos de Zapatero, un partido de derroche, sobre todo con el dinero de los demás.
Y, por si fuera poco, la agencia de riesgo S&P reduce la previsión de PIB de España para 2019 hasta el 2% y asegura que el paro terminará en el 14%. Parece claro que los organismos internacionales, así como las agencias de riesgo, desconfían, cada día más, de la política económica del Gobierno Sánchez.