El Gobierno de Irán ha aprobado restringir las vasectomías y la utilización de otros métodos anticonceptivos, en su intento por aumentar la tasa de natalidad nacional. A partir de ahora los hospitales y clínicas estatales o públicos no realizarán este tipo de intervenciones ni distribuirán anticonceptivos entre la población. Tales servicios, sin embargo, seguirán estando disponibles en centros privados.

Así lo anunció en una entrevista Hamed Barakati, director general de la Oficina de Población y Salud de la Familia del Ministerio de Salud: "Nos guste o no, nos convertiremos en un país que envejece". Según datos oficiales, las mujeres iraníes tienen un promedio de 1,7 hijos, muy por debajo de los 2,2 requeridos para mantener a la población -y muy cerca de los 1,3 de España junto a Malta los países con la tasa más baja de la UE-.

Pese a distintas medidas del Gobierno para fomentar los nacimientos, las tasas de natalidad han seguido disminuyendo, lo que Barakati atribuyó a las malas condiciones económicas: "El joven no estará dispuesto a casarse o tener hijos, incluso si le damos un préstamo, siempre y cuando no se sienta seguro", arguyó.

Otro de los motivos esgrimidos es la cada vez mayor tendencia de las mujeres a realizar una educación superior, lo que retrasa la edad a las que se empiezan a plantear ser madres. 

Por su parte, el líder supremo Ayatollah Ali Khamenei llegó a achacar la baja natalidad a la importación del pensamiento occidental. En su opinión, Irán debería aspirar a duplicar su población, ahora superior a 80 millones.