Mariano Rajoy tiene dos lenguajes, cada día que pasa menos identificables. El que emplea con sus colaboradores en Moncloa y en Génova y el que emplea con sus amigos y próximos (sí, Rajoy tiene amigos) .
Sus colaboradores aseguran que Rajoy está en el “para el tiempo que nos queda” y dejando que se expanda la idea de que esta es su última legislatura, un análisis que el propio Rajoy se encarga de confirmar.
Y si es caso, prorrogará los Presupuestos
Pero hay otro Mariano, cuando contacta con el mundo exterior. Sí, a veces contacta con el mundo exterior. Porque Mariano Rajoy también tiene amigos. Y el planteamiento con este segundo colectivo de marianistas es muy distinto: recientemente el presidente se explayó: no pienso irme, ni pienso nombrar sucesor. Más ideas: Agotara a legislatura aunque tenga que acortarla Los Presupuestos no son el fin del mundo: se pueden prorrogar Y ojo, piensa ganar le las elecciones a Ciudadanos . Es consciente de que la izquierda en España, con dos elementos como Pedro Sánchez y Pablo Iglesias están en retroceso, aunque no así los separatismos (tras el catalán, el renacer del independentismo vasco). El asunto es ganar por un solo diputado. El verdadero enemigo es Ciudadanos... y la imagen de corrupción del Partido Popular.
El enemigo es Albert Rivera… y José María Aznar
Así que ni se va ni nombrar sucesor, no vaya a ser que el nominado se lo crea. Ni acepta limitación de mandatos ni otra cosa que el enroque ante los casos de corrupción, tipo Cristina Cifuentes. Se lo explico de otra manera: no hay delfín. Soraya, Cospdal, Feijóo: paciencia.
Por cierto, el adversario es Rivera… y José María Aznar.