Responsabilidad sin poder, la marca del eunuco a lo largo de la historia. En este punto se encuentra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, acosado por Albert Rivera y Ciudadanos y con su liderazgo contestado en el PP.
Y ojo, Rajoy no teme a Ciudadanos, al que también le produce vértigo romper la legislatura con una moción de censura. No ha sido capaz de hacerlo en Madrid, mucho menos en el resto de España: sabe lo que se juega en el envite.
Rajoy no piensa ceder. Su propósito es terminar la legislatura a cualquier precio. Pero es difícil
El fantasma de la UCD se cierne sobre el inquilino de La Moncloa, quien contempla cómo su partido se desangra. Y es que siempre ha habido rencillas internas pero no siempre se acusaba a la cabeza de dichas rencillas.
Ejemplo: Soraya y Cospedal siempre han andado a la greña, pero hasta el momento ninguna de las dos, tampoco la ambiciosa vicepresidenta, se atrevía a culpar a Rajoy del desmadre. Ahora sí. Lo hacen todos, bajo el lema de la copla a Mariano: ni contigo ni sin ti, tienen mis males remedio…
Por supuesto, la guerra civil en el PP implica un vaciamiento total de principios
Por supuesto, la guerra civil en el PP implica un vaciamiento total de principios. Simplemente, se trata de mantener el sillón. Y ojo, porque en Moncloa se empiezan a perder los nervios y, con ellos, las buenas formas.