- Encima, la vicepresidenta se considera la campeona de Cataluña y ya ni oculta que quiere ser califa en lugar del califa.
- No se impide la imagen de un presidente sentado en un banquillo y ante la tele: entonces es porque alguien ha fallado.
- Es la teoría de, por ejemplo, Jorge Moragas y Dolores de Cospedal.
- Por cierto, que el presidente empieza a cansarse del pulso Soraya-Cospedal.
- Un pulso que incluso ha entrado en el terreno personal, implicando a los maridos de ambas.
Faltan menos de 24 horas para que el presidente del Gobierno,
Mariano Rajoy (
en la imagen, junto a Soraya Sáenz de Santamaría), se siente en el banquillo, siendo el primero en hacerlo mientras ocupa La Moncloa. Según su círculo más cercano, se está preparando "con tranquilidad", precisamente lo que falta en su equipo de Gobierno porque se ha revuelto contra la vicepresidenta,
Soraya Sáenz de Santamaría,
¿por incompetente o por traidora? Más bien por lo segundo…
La vice se considera la campeona de
Cataluña, adonde viaja bastante al ser ministra para las Administraciones Territoriales y no duda en avisar de que "no va a preparar el referéndum y cualquier actuación preparatoria tendrá respuesta". Además,
ya no oculta que quiere ser califa en lugar del califa y para alguien que aspira a la Presidencia es clave mantenerse en el
matrimonio indisoluble -de ahí las
filtraciones sobre el buen momento que está atravesando el matrimonio de Soraya e Iván Rosa-… o fichar por Podemos.
Y en este contexto, no se impide la imagen de un presidente sentado en un banquillo y ante la tele. Eso es porque
alguien ha fallado. Esa es la teoría que tienen, por ejemplo, la ministra de Defensa y secretaria general del PP,
Dolores de Cospedal, y el jefe de Gabinete de Presidencia,
Jorge Moragas.
A las 10:00 horas del miércoles 26, Rajoy está citado a declarar como testigo por el
'caso Gürtel' en la sede que la
Audiencia Nacional (AN) tiene en San Fernando de Henares. Pero no lo hará igual que el resto de citados: será recibido en la puerta por el presidente de la AN,
José Ramón Navarro, y
se sentará en los estrados, al mismo nivel que los abogados de la acusación y el tribunal, en vez de en el banquillo. Además, en el interrogatorio estará también el fiscal jefe Anticorrupción,
Alejandro Luzón, pero no le preguntará, sólo irá "en un marco institucional" porque también declara el presidente del Senado,
Pío García Escudero. Y es que este último y Rajoy son los "máximos representantes de dos de los tres poderes del Estado".
Por cierto, el presidente empieza a cansarse del
pulso Soraya-Cospedal, que son sus dos números dos, pero ellas quieren ser la única. Un pulso que incluso
ha entrado en el terreno personal: el entorno próximo de la vice acusa a
Ignacio López del Hierro, marido de Cospedal y que está en el punto de mira de la UDEF por sus relaciones con el clan Pujol, de extender la "calumnia" sobre el inexistente divorcio entre Soraya e Iván Rosa. Claro que la pelea más fuerte se da por el
poder: Cospedal quiere que el
CNI vuelva a Defensa y deje de ser uno de los dos
poderes de Soraya, que también tiene las riendas de las relaciones con el
Duopolio TV, donde suele ser muy bien tratada.
Y Soraya vuelve a soñar con ser la primera mujer presidenta del Gobierno de España.
Cristina Martín
cristina@hispanidad.com